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El Oviedo sobrevive al caos

El Liberbank gana con apuros a un peleón Araberri, que impuso su anárquico estilo de juego, y suma por primera vez esta temporada cuatro victorias seguidas

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Liberbank Oviedo Baloncesto-Araberri

El Liberbank Oviedo ganó sin mucho brillo al Araberri, evitó un susto que se presintió por momentos en Pumarín, donde la afición local sufrió más de lo esperado, y sigue colocado en una situación privilegiada de la clasificación, ahora mismo cuarto, empatado a 17 victorias con el segundo, el Ourense. Los asturianos encadenan cuatro victorias seguidas, la mejor racha de la temporada, y tienen un colchón de tres triunfos para disputar el play-off de ascenso a falta de ocho jornadas de liga regular.

Pero la gran lección que se llevó ayer el equipo entrenado por Javi Rodríguez es que por estar delante en la clasificación no se ganan partidos. Los vitorianos, que son antepenúltimos y se están jugando la permanencia en la LEB Oro, pusieron en serios apuros a los asturianos, que son terceros y aspiran a todo esta temporada. Y lo hicieron planteando el partido que les interesaba, llevando el choque a una anarquía con la que estaban cómodos, y con un Junior Robinson brillante.

Durante el primer cuarto, el Liberbank Oviedo permitió que se jugará al ritmo caótico que buscaba Araberri. Un duelo que empezaba a parecerse demasiado al de la primera vuelta, en el que el Oviedo perdió (74-72) y en el que Fran Cárdenas se lesionó para toda la temporada. Como aquél día, había poco ritmo, muchos jugadores haciendo la guerra por su cuenta y un enorme desconcierto. El resultado de este primer parcial fue 17-16, con un Oviedo Baloncesto que vivió de su acierto exterior (cinco triples) y un Araberri que entregó su juego ofensivo a Junior Robinson, el espectacular base estadounidense de tan solo 1.65 metros de estatura.

Las cosas no mejoraron en el segundo parcial. Robinson se sentía cada vez más cómodo y empezó a destapar el tarro de las esencias, entrando a canasta con la velocidad y habilidad que le permite su pequeña estatura. Gracias a eso consiguió Araberri una renta de cuatro puntos (21-25, a 6.07 del descanso) que no pronosticaba un día sencillo para el OCB. A partir de ahí, supo el equipo local salirse un poco del ritmo que proponía su rival y, durante unos instantes, encontró su velocidad de juego. Eso le valió para conseguir un parcial de 11-0 que les dio la iniciativa en el marcador (32-25, a 1.52 del descanso) y mejoró las sensaciones en una tarde muy rara.

No fue suficiente y en el tercer cuarto tampoco el Oviedo fue capaz de salir del lío en el que se había metido. Robinson seguía jugando como en el patio de su casa, divirtiéndose y poniendo el partido donde más le interesaba, con un marcador ajustado para jugarse el todo por el todo al final. La estrella de los visitantes acabó el tercer parcial con 25 puntos. En cambio, Geks, que había empezado muy inspirado desde la línea de tres, se había frenado en los 12 puntos con los que concluyó el segundo cuarto. Otro de los anotadores habituales, Ahonen, no había anotado nada. Los tres puntos de renta (52-49) con los que llegó Oviedo al final presagiaban diez minutos de infarto.

Pero entre el cansancio de un Araberri con bajas -Robinson jugó los 40 minutos- y un Liberbank Oviedo que por fin encontró la inspiración de Ahonen, la situación fue poco a poco salvándose. Los locales confiaron en Oliver Arteaga debajo del aro y un triple de Spieth a falta de 3.25 dejó la contienda encarrilada (64-58). La remató poco después Ahonen con otro triple (67-61) a 1.24 del final. El talento llegó a tiempo para evitar un traspié inesperado y mantener vivo un sueño que ayer amagó con ser pesadilla.

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