Quedan cinco partidos de Liga y el Liberbank Oviedo tiene la ocasión de ir alcanzando metas. La más inmediata es asegurar su clasificación para el play-off de ascenso a la ACB, algo que podría conseguir con una victoria hoy (20.30 horas) en Pumarín ante el Leyma Coruña. Si los ovetenses ganan y el Huesca pierde mañana ante el TAU Castelló, jugarán el play-off. Una victoria les serviría también para consolidarse en la zona alta de la tabla y, por lo tanto, para dar otro paso para acabar entre los cinco primeros y así disputar la ronda de play-off con el factor cancha a su favor. Esta temporada este hecho cobra mayor importancia porque solo habrá de superarse una ronda. Los ganadores de las cuatro eliminatorias que se van a disputar se las verán después en una final a cuatro en una única sede cuyo ganador obtendrá la segunda plaza que hay en juego para la ACB.
La primera se la puede asegurar hoy el Betis si gana en la pista del Canoe y se asegura el primer puesto de la LEB Oro. El conjunto sevillano está cinco victorias por encima del segundo, el Bilbao, y su regreso a la ACB es ya solo cuestión de tiempo.
El tercer clasificado es precisamente un Liberbank Oviedo que llegará hoy a Pumarín tras romper con una derrota (68-66) en Huesca la mejor racha de victorias (6) en la LEB Oro de su historia. Los de Javi Rodríguez jugaron uno de sus peores partidos de la campaña ante el equipo entrenado por el ovetense Guillermo Arenas.
Al entrenador del Liberbank Oviedo no le gustó nada la versión que ofrecieron los suyos ante los aragoneses y espera algo diferente hoy: "A nivel de intensidad y energía, fue el peor encuentro junto con el de Coruña, que es nuestro siguiente rival. ¿Tuvimos opciones? Sí. ¿Que podíamos haber ganado? Sí, pero creo que no es el camino. Los jugadores y nosotros sabemos que no hicimos nuestro mejor partido, que todos estuvimos mal. Nadie se salva".
El partido al que se refería Javi Rodríguez fue el que disputaron en Riazor en la decimotercera jornada, cuando los ovetenses cayeron por 98-76, siendo aplastados por un rival que brilló a gran altura. La única receta que se le ocurre al técnico gallego para que hoy no vuelva a pasar es ser "duros, intensos y salir concentrados desde el segundo uno".
