A lo largo de su historia, el Oviedo Kayak ha logrado numerosos triunfos tanto en pista como en maratón. Desde el pasado fin de semana, el club presidido por Tino Santos, ahora bajo la denominación de Ribera Oviedo Kayak, también puede presumir de un campeón de aguas bravas. El leonés Guillermo Fidalgo logró la medalla de oro en la Copa de España de descenso en la Seo de Urgel, confirmando su dominio durante los últimos años en la modalidad de descenso. Sólo unos meses antes, en agosto de 2018, se había subido a lo más alto del podio del Descenso del Sella, en K-1, curiosamente ex-aequo con Borja Estomba. del Ribera Oviedo Kayak.
Guillermo Fidalgo (León, 31 de diciembre de 1991) empezó un poco tarde en el piragüismo, con 14 años, pero su progresión ha sido espectacular. Después de practicar natación, lucha leonesa y tenis, un cartel en su instituto le llevó hasta el Club Kayak Pico Azul y las aguas del Vernesga, donde dio sus primeras paladas. Pero fue unos meses después, en el Esla, donde encontró la adrenalina que necesitaba. "El paisaje y las sensaciones me engancharon a las aguas bravas", señala.
Las zonas de rafting del Alto Sella y el Cares intensificaron su relación con el piragüismo asturiano, aunque siempre alternando con el maratón, en el que fue internacional sub-23. En 2017 aceptó la invitación del Oviedo Kayak para participar en el Descenso del Sella, "pero no estaba en mi mejor momento". A esas alturas ya se había consolidado como el mejor especialista español de aguas bravas en la modalidad de descenso, tanto en la distancia sprint (300 metros) como en la clásica (entre tres y seis kilómetros).
A diferencia del slalom, donde triunfa Maialen Chourraut, el descenso de aguas bravas no es olímpico, por lo que el techo para Guillermo Fidalgo son los campeonatos del mundo, en los que su mejor puesto hasta el momento es un séptimo. "Están intentando incluir el descenso para París 2024, pero es difícil porque hay muchos candidatos y poco espacio", se resigna el leonés.
Pese a su nivel, a Guillermo Fidalgo el piragüismo le cuesta dinero porque, al margen de otros gastos, tiene que comprarse su material. Tiene dos kayaks que le costaron 2.400 euros cada uno. Eligió el Ribera Oviedo Kayak "porque los clubes especializados en aguas bravas me pillan muy lejos". Compatibiliza su trabajo como bombero en Ponferrada con los entrenamientos y en cuanto puede se escapa Asturias, como este fin de semana para bajar el Alto Sella.
