El infarto que sufrió Iker Casillas mientras se entrenaba ayer por la mañana con el Oporto estremeció a la sociedad española y a todo el mundo del deporte. El hombre que levantó la única Copa del Mundo que ha ganado España, el eterno portero del Madrid, que ahora vivía un momento dulce con el Oporto, adonde había ido a parar hace cuatro años tras su salida del club blanco, tuvo que ser hospitalizado de urgencia en un hospital de Oporto tras sufrir un infarto agudo de miocardio.

Fue el propio club luso el que, en un comunicado, dio un poco de tranquilidad tras el susto inicial al asegurar que el portero madrileño, de 37 años (cumple 38 el próximo día 20), se encontraba "bien, estable y con el problema cardiaco resuelto". Ya avanzada la tarde trascendió un mensaje que el propio Iker Casillas había enviado a sus más allegados: "Estoy tranquilo". Lo hizo después de que se le sometiera a un cateterismo cardiaco, una operación que se realiza en casos como el que ha sufrido el portero, durante la que se le colocó un stent, una especie de muelle que expande el vaso sanguíneo obstruido y permite que la sangre fluya con normalidad.

Casi nadie se ha atrevido a hacer un pronóstico sobre lo que le espera en el futuro al meta ni sobre si podrá volver a jugar al fútbol. Tan solo Juan Antonio Corbalán, exjugador de baloncesto profesional y cardiólogo en la actualidad, pronosticó que difícilmente podrá regresar al deporte profesional: "No se puede jugar al fútbol con un stent coronario, y mucho menos un portero", indicó en Televisión Española. El histórico base del Real Madrid y de la selección española de baloncesto considera que Casillas se recuperará bien, pero no estará apto para ejercer como profesional en el deporte: "Creo que acabará haciendo una vida absolutamente normal, pero, desde mi punto de vista, no jugará en el deporte profesional", añadió.

Pasadas las nueve de la noche, fue el propio Casillas el que quiso dar un poco de tranquilidad a sus seguidores a través de su cuenta de Instagram. En ella colgó una foto suya hospitalizado, acompañada por un texto en el que asegura que está "todo controlado": "Todo controlado por aquí, un susto grande pero con las fuerzas intactas. Muchísimas gracias a todos por los mensajes y el cariño", continuaba.

Es pronto para saber el tiempo de recuperación que le espera a Casillas, que había encontrado la estabilidad en el Oporto, club con el que recientemente renovó por una temporada más con opción a otra. Con los lusos llegó esta temporada a los cuartos de final de la Liga de Campeones y está peleando por la Liga portuguesa, de la que es segundo, a dos puntos del primero, el Benfica, su gran rival. El meta sufrió un infarto cuando preparaban precisamente el encuentro de Liga que les enfrentará el sábado al Desportivo das Aves. Un entrenamiento en el que estaba acompañado por el futbolista asturiano Adrián López, su compañero de equipo en el Oporto.

En torno a las 21 horas el presidente del Oporto, Jorge Nuno Pinto da Costa, lanzó un mensaje para animar al español. En él aseguraba que el problema de Casillas "no tuvo las consecuencias que podía haber tenido", aunque reconoció que necesitará "un periodo de reposo e inactividad". El mandatario también aprovechó para pedir a los suyos que luchen por conseguir los títulos que el meta ansiaba: "Todos los que le acompañamos día a día en el objetivo de vencer vamos a tener una razón suplementaria para poner todos nuestros esfuerzos en la conquista de las próximas victorias que él, como nosotros, tanto desea".