Viti Amaro (Gijón, 26 de junio de 1978) lleva 24 horas como entrenador del Real Avilés. Sucede en el cargo a Juanma Castañón. Ayer, se resolvió la deuda con el técnico lenense. Amaro está atareado estos días. Pero también está feliz. Viene del Gijón Industrial y quiere reverdecer los laures del Avilés a través de la normalidad. Que solo se hable de fútbol.
-Lo dijo usted. Este Avilés debe buscar la normalidad.
-Sí, es la clave. El día a día debe ser tranquilo. Pensar solo en fútbol y que los resultados marquen las noticias de la semana. Que no se hable de otra cosa.
-Se está reuniendo con los jugadores de la anterior plantilla. ¿Con cuántos quiere contar para el año que viene?
-Habrá cinco o seis futbolistas con propuesta de renovación. Otra cosa será que la acepten. A lo mejor no renueva ninguno, pero espero que sí. Creo que en dos días habrá renovaciones. Serán caras conocidas.
-¿Borja Piquero o Santa, por ejemplo?
-Lo has dicho tú. Queremos renovar a la gente importante de estos años -Borja Pìquero renovó ayer-. Si buscamos la normalidad, hay que buscarla también dentro del rendimiento deportivo.
-En su presentación no pudo opinar sobre la salida de Alain Menéndez y Alberto Escudero. Adelante.
-Pienso como José Álvarez. Alberto Escudero, a parte de mi amigo, fue mi jefe. Lo conozco desde hace años. Me apena que se hayan marchado. Son válidos. Pero no es inusual dejar un trabajo a los dos días, porque crees que no te va a gustar. Qué pasa, que estamos en el Real Avilés. Pero fue cordial y se creyó que se podía chocar en algunos aspectos. Por eso lo dejaron. Pero no terminaron a palos. Fue muy cordial y se les dejó la puerta abierta.
-¿Qué sabe de Norte Proyectos Deportivos?
-Los conozco desde hace años. Jugé en Mallorca dos temporadas y la relación viene de ahí. A José Álvarez lo conozco desde hace tiempo. Son serios y estaban deseando entrar en un proyecto así.
-Todo el mundo se lo pregunta. ¿Qué se les ha perdido aquí?
-Hacer un proyecto a largo plazo. Con la idea de que las cosas vayan bien y recuperar el dinero. ¿Por qué Avilés? Pues porque los sitios buenos no los venden ni los alquilan. Avilés es un lugar con una mala situación. Nadie en una buena situación cede un club. Ellos tienen un plan para recuperar lo invertido y para subir categorías. Es una inversión.
-A usted se le ve feliz en el Avilés.
-Sí, igual soy un iluso, pero creo que las cosas van a salir bien. Creo que vamos a ser un grupo alegre. Es buen día para recuperar lo que dijo Manolo Preciado al llegar al Sporting. Aquí lo que falta es un poco de alegría. Aquí no puede ser todo penumbra porque somos el Avilés. Vamos a sentirnos importantes. El escudo nos da una responsabilidad, sí, pero vamos a disfrutar con lo que hacemos.
-¿Cómo se cambia esa imagen negativa?
-Con lo deportivo. Si el proyecto es bueno, las cosas se van a normalizar y la gente se enganchará. Hace no tanto, había mucha gente en el estadio y que viajaban a los partidos de fuera. La afición está ahí.
-¿Tiene miedo de lo que primeros partidos no acompañen los resultados?
-No, porque asumo que mis equipos los primeros partidos lo hacen mal. Soy sincero. Es hemeroteca. Las segundas vueltas son mejores. El principio se nos puede atragantar, aunque esperemos que no. Esta es una plaza exigente. Pero no me da miedo. Sé cual es mi trabajo. Quiero que el equipo juegue bien. Ganaremos más partidos así. Quiero que mi Avilés sea reconocible. Jugando al ataque, con extremos, con la pelota, tendremos más posibilidades de ganar que de perder. Soy más de Guardiola, Rubi o Setién que de otros entrenadores.
-Borja Granda está a un paso. ¿Hay más jugadores cerca de firmar?
-Sí, varios. Queremos gente conocida. La idea es hacer un equipo al que la gente quiera venir. Si son de Avilés mejor. Pero el mercado manda. Ya veremos. Si logramos esos futbolistas, tendremos buen equipo. Ahora, no hay nada cerrado. Lo primero son las renovaciones. El futbolista negocia una vez al año, pero luego es futbolista todo el año. Lo que buscamos es que cuando les pregunten en octubre como están aquí digan que están fenomenal.
-Juanma Castañón es buen amigo suyo. ¿Ha podido hablar con él?
-Aún no.
-¿Qué le pareció su labor?
-Maravillosa. Le dio un momento de normalidad a la situación y era muy complicada. Nunca tuvo una salida de tono, ni pidió más de la cuenta. Encima cumplió el objetivo. Estuvo perfecto.
-¿Ha hablado con Olmo Maroto?
-Sí, pero está en el aire. Debe de hablar el tema de la deuda. Es muy bueno. Falta la deuda y tiene ofertas. Irá despacio. Intentaremos un acuerdo. Los dos queremos trabajar juntos. No quiero un tío que ponga conos sino que me haga mejor. Olmo es de los segundos.
-Esta podía haber sido la primera pregunta. ¿Sabe donde se mete?
-No (se ríe). Al Papa cuando le nombraron dijo que "no sabían lo que habían hecho nombrándole". A lo mejor el Avilés tampoco sabe lo que ha hecho nombrándome a mí. Es un club de Tercera. El más antiguo sí, pero de Tercera. Sé lo que hay detrás. Poco a poco lo iré descubriendo, pero hay que ser cercano. Si pedimos ayuda, la gente nos ayudará si vamos de cara con ellos. He funcionado así toda la vida y no me ha ido del todo mal.