La ventaja que otorga la ayuda económica al descenso no se acaba traduciendo al final de temporada en la satisfacción de volver por la vía rápida a Primera. El ejemplo hace dos años del Levante, líder de inicio a fin tras descender, fue un punto de comparación que perjudicó las últimas temporadas a los que acababan de descender. Ninguno lo logró al primer intento. Aquel año, junto al Levante, también subió el Getafe más tarde tras disputar el play-off. Pero en los últimos quince años la situación ha sido bastante similar. Solo nueve de los 45 equipos recién descendidos lograron retornar a la máxima categoría del fútbol español. Es decir, apenas un 17,7% de los casos.
La nómina de aspirantes al ascenso aumenta cada año en Segunda, una categoría cada vez más igualada, en la que ya no solo los presupuestos más altos pelean por el premio final. Más de la mitad de los equipos tienen alguna opción, ya sean favoritos o clubes asentados que buscan dar la sorpresa. Si hace dos años la dio el Huesca, este año fue el Mallorca, que venció al Deportivo en la última eliminatoria del play-off, pese a que los baleares venían de competir el año anterior en Segunda B. Sin esa exigencia de subir, también el Albacete se coló en la promoción. Y el Alcorcón, pese a acabar en mitad de la clasificación, estuvo gran parte de la temporada entre los seis primeros.
Esta situación hace que el Sporting y el Oviedo tengan una amplia nómina de rivales para ascender. Al Málaga, Deportivo de La Coruña y Las Palmas, los equipos que no consiguieron subir este año pese a ser favoritos, se le unirán la próxima campaña como rivales por el ascenso el Girona, el Huesca y el Rayo Vallecano, tras perder este curso su privilegio de equipos de Primera División.
El Deportivo no logró por un solo partido hacer el triplete de subir al año siguiente de bajar. Una situación que ya había conseguido en los cursos 2013-14 y 2011-12, este último tras hacer el récord de puntuación de la categoría, con 91 puntos. Junto a esos dos ascensos del Deportivo, y los mencionados de Levante y Getafe en la 2016-27, los otros cinco casos que se dieron en los tres últimos lustros fueron otro del conjunto valenciano en la temporada 2004-05 y los obtenidos por el Betis (2014-15), el Villarreal (2012-13), el Zaragoza (2008-09) y el Celta de Vigo (2004-05).
Lo más significativo de estos últimos 15 años es que en ocho temporadas ni siquiera uno de los equipos que partían con ventaja logró al final ascender. Esa situación ha pasado sin ir más lejos en tres de las últimas cuatro campañas. E incluso algo más atrás, en la temporada 2012-13, se produjo una situación del todo anómala, cuando el Racing de Santander encadenó dos descensos consecutivos. Osasuna, por su parte, tuvo la suerte de esquivar esa pesadilla en la 2014-15, cuando se salvó en el último suspiro del curso.
Este año, al menos el Granada y Osasuna, al segundo intento, consiguieron quitarse la espina de hace un año, cuando ni siquiera entraron en el play-off cuando tenían el papel de favoritos por su condición de equipos recién descendidos. Málaga, Deportivo y Las Palmas querrán seguir sus pasos, pero tendrán en la pelea a Girona, Huesca y Rayo, que querrán acabar con esa gafe, y con Sporting y Oviedo, que tras fracasar este curso y quedarse sin disputar al menos el play-off, partirán de nuevo con la ilusión de intentar subir a Primera.
