"Las economías son las que son y no dan para más". El aviso a navegantes lo realizó ayer Alfredo Canteli (PP), alcalde de Oviedo, a los clubes deportivos de la ciudad que llaman a la puerta del Consistorio para pedir ayudas. Canteli lo hizo durante la recepción en el Ayuntamiento al Real Oviedo Rugby por su ascenso a División de Honor B. Aún así, Canteli se comprometió, por ejemplo, a hacer de las instalaciones del Naranco donde juega el equipo carbayón "un campo digno" a pesar de las estrecheces económicas. También puso a disposición del Liberbank Oviedo Baloncesto (OCB) el Palacio de los Deportes mientras se aclara qué ocurrirá con el pabellón que el club necesita para seguir creciendo. Y es que Canteli apunta el dedo acusador hacia el tripartito (Somos, PSOE e IU) que gobernó la ciudad hasta las últimas elecciones. "Los presupuestos que nos dejaron no dan para mucho más", afirmó el regidor.

De todas formas, Canteli se mostró decidido a solicitar al Gobierno del Principado, "la cesión del campo del Naranco para poder realizar las mejoras que se necesiten y que disfruten de un campo digno". La cesión del campo del Naranco al Ayuntamiento por parte del Principado es un largo capítulo en la historia de las infraestructuras deportivas de la ciudad que se viene arrastrando desde la época de Gabino de Lorenzo en la Alcaldía ovetense. El mal estado del terreno juego del campo del Naranco, entre otras cosas, fue largamente denunciado desde el club. Aunque tiempo atrás se llevaron obras de mejora en el drenaje del campo, es necesario afrontar nuevos trabajos. De ahí que el Alcalde prometiera ayer mejoras en el campo de rugby de cara a la próxima temporada, aunque no quiso especificar cuáles por motivos presupuestarios.

El otro gran frente que Canteli tiene abierto en estos momentos respecto a las infraestructuras de la capital, al margen de los problemas del Carlos Tartiere, es dónde va a jugar el Oviedo Baloncesto la próxima temporada. Como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, el Oviedo Baloncesto está obligado a irse de Pumarín en la temporada 2021-22, tras el cambio en la normativa aplicado por la Federación de Baloncesto sobre aforo mínimo, que pasa de 3.000 a 2.500 espectadores y que todos los clubes deben cumplir sin excepción alguna. El pabellón de Pumarín, donde juega el Oviedo Baloncesto, cuenta con 1.500 localidades. En este punto, Canteli volvió a echar mano de la disponibilidad de fondos del Ayuntamiento ovetense. "Todo el mundo pide, intentaremos ayudarlos a todos pero que hay que repartir los recursos de manera ordenada", señaló.

La afirmación de Canteli se produjo un día después de la reunión que miembros del equipo de Gobierno -Conchita Méndez (PP), concejala de Deportes, e Ignacio Cuesta, líder de Ciudadanos- mantuvieron el lunes con representantes del club azul. Por ahora, la única solución que se aventura factible a la espera de que tome cuerpo el pabellón largamente prometido por la administración local, es que el Oviedo Baloncesto se traslade al Palacio de los Deportes. Y así lo apuntó el Alcalde: "El Palacio de los Deportes es un palacio municipal, y por lo tanto estará siempre a disposición de ellos". Aunque para que se pudiera llevar a cabo la mudanza del OCB hacia Ventanielles, Canteli asume que habría que "pegarle unos retoques" dado su estado de conservación y para cumplir con las exigencias de la Federación de Baloncesto. Canteli, que no asistió a la reunión con el OCB, vislumbra un cambio de parecer en el seno del club carbayón. "Antes parece ser que no querían ir al Palacio y ahora sí", comentó el regidor, para añadir: "Lo primero que debe suceder es que el Oviedo se decida y elija el camino que quiere seguir".