El buen ambiente reina entre las plantillas del Círculo Gijón y del Gijón Basket, que se verán las caras el viernes (20 horas, Palacio de Deportes) en la semifinal de la Copa Principado, pero avisan de que "ambos vamos a salir a muerte, en la cancha no hay amigos, como se suele decir", expone Ángel Moro, capitán del Círculo. "Es un partido especial para los aficionados de Gijón, a los que les gusta este tipo de duelos; vamos a disfrutar mucho e intentaremos dar la sorpresa", asegura Álex Rubiera, que se reencontrará con su exequipo.

Moro y Rubiera tienen dos aspectos en común: han militado en ambos equipos y los dos son gijoneses. Por ello, viven de forma especial este choque de pretemporada, pero que tiene por medio un punto de prestigio y moral para ver quién gana la batalla del derbi entre los dos mejores equipos de la ciudad. El Círculo, sobre el papel, parte con la ventaja de ser un equipo de superior categoría (LEB Plata). "Queremos demostrar que estamos en esa categoría por algo y el Gijón Basket querrá demostrar que puede estar en los puestos de cabeza de la Liga EBA. Ya avisé a los compañeros de que esta semana hay que entrenar a tope para ganar y también se lo he dicho a los que serán mis rivales Fernando Fernández Noval, Jorge Escapa y Álex Rubiera", asegura sonriente el base Ángel Moro.

Rubiera recoge el guante y pasa la presión al Círculo. "No tenemos nada que perder contra ellos, se supone que son superiores y llevan más tiempo de preparación, pero tenemos nuestras armas y particularmente me gustan los retos", asegura el escolta, que prefiere hacer otra lectura del encuentro asegurando que "es una buena piedra de toque para nuestro objetivo principal, que es llegar bien a lo importante, el primer partido de la Liga el próximo 6 de octubre en Zamora".

Aplauden el derbi

Más allá de que "siempre va a haber piquilla porque somos dos equipos de Gijón", señala Moro, ambos jugadores gijoneses aplauden que el baloncesto de la ciudad haya recobrado el interés. "Es una gran noticia que exista el baloncesto de nivel", comenta Rubiera. Los dos se reparten también los halagos personales y se desean surte de cara a cumplir sus respectivos objetivos durante la temporada. "Deseo que Ángel se recupere de la lesión; el año pasado fue duro para él, pero este año, poco a poco, se va a reencontrar con su juego", augura Rubiera. Por su parte, Moro cree que su excompañero "no se sintió cómodo el año pasado y ha tomado una decisión lógica de volver a casa, seguro que lo va a hacer bien". Ángel y Álex viven una semana especial, de rivalidad sana, en la que gana el baloncesto.