Aitor Gorostegui Fernández-Ortega (Rentería, Guipúzcoa, 1983) será el encargado de impartir justicia en el derbi asturiano del domingo en el Tartiere (16.00 horas, Vamos). El árbitro espera un "ambientazo", aunque su rutina no cambia en la preparación del partido. A tres días del esperado duelo atiende a LA NUEVA ESPAÑA y responde a todo.
- ¿Por qué es árbitro?
-Desde muy pequeño me encantaba el fútbol y todo lo que lo rodeaba. Además de jugar, iba a Atocha todos los domingos, pedía autógrafos a los jugadores, coleccionaba entradas y revistas. Mi padre tenía un amigo árbitro y yo creo que todo ese contexto hizo que me animase a probar a ser la figura que estaba en el centro de todo aquel cotarro. Fue en 1995, hace casi 25 años.
- ¿Qué le dice su familia?
-Tengo unos padres, una mujer, una niña y unos amigos maravillosos que me siguen, me apoyan y me dan muchísima energía para dar el máximo en cada partido.
- ¿A qué se dedica?
-Me dedico en exclusiva al arbitraje y a ejercer de padre. Ambas cosas tienen su importancia y requieren mucho tiempo, esfuerzo y cariño para que todo salga como es debido.
- ¿Su referente en el arbitraje?
-Los árbitros a los que más he admirado han sido los de personalidad muy marcada. Si tuviese que elegir al árbitro perfecto haría una mezcla entre Medina Cantalejo, Pérez Lasa y Delgado Ferreiro.
- ¿Qué le parece la salud del arbitraje asturiano?
-Desconozco la realidad del arbitraje asturiano en profundidad, por lo que sería muy atrevido responder a esta pregunta. Lo único que sé es que con Pablo (González Fuertes) y Víctor (Areces Franco) el arbitraje asturiano está muy bien representado en el fútbol profesional.
- ¿Ha pitado algún otro derbi?
-En 2013 tuve el privilegio de arbitrar un Sporting B-Oviedo en El Molinón.
- ¿Lo recuerda?
-Sí claro. Para mí fue especial porque en Segunda B los árbitros no estamos acostumbrados a pitar en grandes estadios, y aquella fue una maravillosa excepción que recuerdo con mucho cariño.
- ¿Qué ambiente espera del derbi del domingo?
-Un ambientazo. Los derbis siempre son partidos muy especiales para los equipos, los aficionados y para las ciudades. La pasión lo invade todo y es eso lo que los hace atractivos, también para los árbitros.
- ¿Prepara este partido de alguna forma diferente?
-Sinceramente, no. Rubén, Javi (los dos asistentes y amigos que me acompañan en todos los partidos) y yo tenemos un método de trabajo que tiene en la herramienta Wyscout su pilar fundamental y nuestro trabajo de preparación será el mismo que en el resto de partidos de la temporada.
- ¿Cuál es su mejor y peor recuerdo del arbitraje?
-Podría nombrar muchos partidos y noticias positivas, pero los mejores momentos los he vivido con mis compañeros. Son muchas horas de vivencias con personas a las que me une una gran pasión y una gran amistad. En cuanto a los peores recuerdos, mencionaría los momentos de frustración que, como cualquier deportista, he vivido a lo largo de todos estos años cuando no he conseguido los objetivos que me había marcado. Son momentos duros, pero muy enriquecedores a nivel personal.
- El partido que más recuerde de su carrera.
-Como árbitro principal, los dos partidos de play off de ascenso a Primera División que he tenido la gran suerte de arbitrar: Huesca-Getafe en 2017 y Numancia-Zaragoza en 2018. Como cuarto árbitro, un Clásico de Liga Real Madrid - Barcelona en 2015 con David Fernández Borbalán.
- ¿Qué tal se adapta al VAR?
-Hay muchas quejas en Segunda. La verdad es que, de momento, me siento muy cómodo, tanto en el campo como en el VOR (sala desde la que se controla el videoarbitraje). Es una herramienta que marca un antes y un después en el fútbol de élite; ha generado un cambio muy grande a la hora de concebir el fútbol por lo que, como sucede con cualquier gran cambio, hay que darle tiempo a que se asiente y a que todos nos familiaricemos con él.
