Aitor "Diamante" Nieto (Oviedo, 1983), boxeador de peso wélter y medio, es seis veces campeón de España y una de Europa. Julio de la Fuente acaba de dirigir una película sobre su vida. Entrenador desde 2007, da clases personales en su casa de Colloto y colectivas en el gimnasio Arenas. Tiene unos sesenta alumnos, desde 4 años a más de 60.
- De chaval le asaltaron, peleó y las llevó. Al día siguiente empezó en el gimnasio. Desde entonces llevó muchas más.
-Me apunté para saber defenderme.
- ¿Le volvieron a asaltar?
-Por suerte, no.
- Por suerte para ellos.
-Y para mí, si te sacan una navaja. Con los combates te haces conocido y te respetan.
- ¿Entró directo al boxeo?
-En 1998 hice un año de kick boxing en el gimnasio Manhattan, pero cambiaron al entrenador y no me gustó el nuevo. Pasé al boxeo en el Palacio de los Deportes con Gitano Jiménez, que fue quien me dijo que esto se me daba bien. Tardé cuatro años en debutar porque en aquella época apenas se organizaban veladas.
Debutó en agosto de 2004 en el polideportivo de Colunga como amateur de peso medio.
- ¿Qué capacidades tiene?
-Soy muy valiente, nunca miré el rival que me tocaba, y tengo velocidad y fondo físico.
- ¿Es valiente para la vida?
-Soy muy echao p'alante. Si veo que tiene futuro montar un negocio de compraventa de coches, lo hago. Hasta hoy me ha ido bien ser así.
Mayor de tres hermanos, de Pumarín, estudió en la Inmaculada hasta que sus padres se mudaron a Fitoria. Acabó la ESO en el Fundoma.
-Trabajaba con mi padre en la cristalería y a las siete de la tarde iba a entrenar. Fui campeón de España en noviembre de 2013 y dejé la cristalería en 2014. Mis padres querían que quedara con el negocio, pero preferí el boxeo y cerró.
- ¿El boxeo da para vivir?
-Si solo compites, no. Doy clases y organizo veladas.
- ¿Cuánto se gana con un título de España?
-Entre 3.000 y 5.000 euros.
- ¿Y de Europa?
-Unos 6.000 euros. Poco. Para que lo organizara mi equipo tuve que bajar la bolsa. Y luego tuve mala suerte; en mi siguiente combate, de rodaje, sufrí la única lesión de mi vida, rompí los cuatro ligamentos de la mano izquierda, y me sacó del boxeo un año. Tuve que abandonar el título.
- ¿Su izquierda está a tope?
-No. Tengo miedo de que se resienta e intento tirar en zonas blandas, no en la frente.
- ¿Tiene secuelas del boxeo?
-No. Me hago un TAC cerebral todos los años para renovar la licencia y dicen los médicos que tengo un cerebro de 25 años. No llevo mucho castigo porque boxeo a la distancia y me muevo. No me gusta el intercambio de golpes. No tengo marcas ni me rompieron la nariz.
- ¿Organizar veladas renta?
-Llevo quince amateurs en cinco años. Me juego mi dinero para que boxeen mis alumnos. Seis combates son unos 5.000 euros. Nunca perdí, pero tengo ganado 200 o 400 euros. Una vez 4.000, pero con otro gimnasio y repartimos. Alquilar el ring son 600 euros. Cada silla, 1 euro. Hay que pagar el pabellón y a cada boxeador, y si lo traes de Madrid es hotel, dieta... Busco patrocinadores y cobro lo que se vende de entradas.
- Si no es por dinero, ¿por qué lo hace?
-Porque cuando empecé no había veladas. Soy el que ha revitalizado el boxeo aquí. Fui el único en Oviedo que despunté. Cuando di el salto a profesional fui a vivir a Gijón, para entrenar en el Centro Deportivo Tíbet, que era el que llevaba más boxeadores profesionales.
- ¿Qué siente cuando se gana un combate?
-Satisfacción del trabajo de tres meses de entrenamiento y de la dieta y sus sacrificios.
- ¿Le cuesta?
-No, salgo poco. Soy casero. Tengo a mi hijo Aarón, de 4 años, y a mi mujer, Ángeles Campos, que está embarazada y espera para enero. Será varón y se llamará como yo.
- Su segunda mujer.
-Con la anterior no me casé.
- ¿Qué tal con el guaje?
-Muy bien. Tengo la custodia compartida, una semana de cada dos. Cuando me toca, madrugo más, le hago el desayuno, le pongo el uniforme y lo llevo a las Teresianas. Es muy cariñoso y muy bueno. Tuve suerte con eso.
- ¿Querría que boxeara?
-Me gustaría que hiciera deporte, el que a él le guste, y si quiere ser boxeador qué mejor entrenador que yo va a tener.
- Acabó en juicios con su ex. ¿Qué aguante tiene para eso?
-En diciembre tengo dos juicios. Llevo tres años y pico con mi actual pareja y un año largo casados y seguimos ahí. No voy a los intercambios del crío. La denunciamos por cosas que puso de mi mujer en Facebook.
- ¿Siente que ha encontrado una persona para la vida?
-Sí. Ángela fue mi abogada. Era amiga de mi madre, que me recomendó que fuera a verla por la separación. Me pidió la conversación del wasap con mi ex, se la pasé y me dijo que el maltratado era yo, por las amenazas que me hacía.
- ¿Le afectaban?
-Claro, para combatir necesito tranquilidad. Dos días antes del Campeonato de España de febrero del año pasado tuve un juicio.
- Está descubriendo algo relativamente nuevo con Ángela.
-Sí. Me da tranquilidad, hablamos las cosas... No tuve buena suerte con las mujeres. Siempre fui de tener pareja. Duré con Joana desde los 16 a los 21. Luego hubo otras chicas. Mi ex decía que tomaba la píldora, pero a los seis meses quedó embarazada. Me hice cargo del crío, pero cada uno por su lado y empezaron las movidas.
- ¿Qué se aprende del boxeo para la vida?
-Es bueno en la preparación física porque te mantiene en forma, coges reflejos y engancha. No es solo llegar y pegarse. Mis alumnos, en vez de estar en el parque fumando, empezaron a entrenar y cambiaron la vida.
- ¿Usted corría peligro de estar en la mala vida?
-No. Hice deporte toda mi vida, fútbol, natación y judo.
- ¿El ambiente del boxeo sigue siendo de marginal?
-Cambió mucho. Ya no hay la macarrería de aprender boxeo para ir a pegarse a la calle. Si veo a un alumno que viene con esos aires lo hecho del gimnasio.
- ¿Diferencia entre viejos y nuevos boxeadores?
-Sí, ahora el boxeo es más amateur y en cuanto sangras un poco se para la pelea. No dejan que te den una paliza. Las películas de "Rocky" con la cara destrozada y queriendo levantarse hicieron mucho daño al boxeo.
- ¿Cómo se ve en 10 años?
-Con gimnasio propio, dando clases y organizando veladas.
- ¿Qué más le gusta hacer?
-Estar con mi hijo y mi mujer. El fin de semana pasado estuvimos en Navia con otra pareja y comimos marisco. Llevo al guaje al parque de bolas del Llagar de Titi. No tengo vicios, no soy de salir, no fumo y nunca me emborraché.
