La selección española femenina de balonmano dio un paso de gigante hacia la segunda fase del Mundial de Japón, tras imponerse ayer por 29-25 a Hungría, en un encuentro en el que el conjunto español, además de buen juego, mostró su fortaleza mental. Su capacidad competitiva permitió a las "Guerreras" superar la expulsión de Alexandrina Barbosa, máxima goleadora del partido con siete tantos, por tres exclusiones. El contratiempo no sólo no impidió consumar a las de Carlos Viver la victoria, sino que demostró que el juego coral del conjunto español le permite sobreponerse a cualquier baja por muy importante que parezca.