Oliver Arteaga y Devin Wright, los dos pívots del Liberbank Oviedo Baloncesto, completaron el martes una parte del entrenamiento junto al resto de sus compañeros y ayer otra un poco mayor, por lo que parece que los dos están cerca de recuperarse de sus lesiones musculares y tienen bastantes opciones de regresar en el encuentro del domingo (18 horas) en la cancha del Gipuzkoa Basket, equipo recién descendido de la ACB.
La recuperación de los dos interiores del equipo, en caso de que finalmente puedan jugar, supondrá que el Oviedo Baloncesto juegue por primera vez con todos sus efectivos después de la remodelación que se ha realizado en el equipo, con la salida de tres jugadores (Coggins, Expósito y Ólafsson) y la llegada de otros dos (Jorge Sanz y Davis Geks).
Lo curioso es que el Liberbank Oviedo, que ha tenido un mal inicio de curso, ha jugado sus dos mejores partidos justo cuando menos efectivos tenía Javi Rodríguez a su disposición. Sin sus dos pívots, sin Víctor Pérez y sin los dos nuevos fichajes, siendo tan solo siete jugadores, consiguieron ganar (83-89) en la cancha del Lleida en lo que fue una gesta pocas veces vista. Y de nuevo sin los dos interiores lograron ganar (82-81) el sábado al Covirán Granada completando la mejor semana del equipo desde el inicio de temporada.
Aún así, el OCB sigue en la parte de abajo de la clasificación, con cuatro victorias, antepenúltimo, en zona de descenso, y el domingo se enfrenta al segundo clasificado, el Gipuzkoa, que lleva nueve victorias y solo tres derrotas. Una diferencia en la clasificación que puede limarse por la situación en la que llega un equipo y otro. Los vascos están teniendo problemas en la posición de base porque los dos que tiene en su plantilla, Ricardo Úriz y Reed Timer, se han lesionado. Esto ha obligado a los de San Sebastián a fichar por un mes a Sango Niang, base que comenzó la temporada en el Palencia, equipo que dejó para tratarse de una lesión en el muslo que se le complicó bastante. Ya recuperado, el que fuera mejor base de la LEB Plata la temporada pasada en las filas del Zamora, se ha incorporado a un Gipuzkoa que tuvo que jugar sin base el partido que perdió (91-87) en la anterior jornada en la prórroga frente al Castellón.
Los problemas del equipo vasco contrastan con un Oviedo que vive sus momentos más dulces del curso después de superar un montón de problemas que le han colocado en una situación poco acostumbrada en el club de Pumarín.
