Emoción, épica, lucha y polémica. El Caudal Deportivo logró ayer un valioso triunfo ante el Llanera en un encuentro que tuvo de todo, y en el que los caudalistas hicieron valer su mayor dominio ante un Llanera que pese a las incontables bajas -solo presentó 14 fichas-, dio una buena imagen y disputó un partido muy inteligente en el que a punto estuvo de rascar al menos un punto del Hermanos Antuña.
Comenzó el Caudal en tromba, con varias oportunidades claras de Cristian, un balón al palo de Robert, y un Alejandro en la meta llanerense que sobresalió durante todo el choque. Sin embargo, el primer tanto llegaría del lado visitante. En la primera ocasión que tuvieron, minuto 29, Manu recogió un rechace tras un pequeño barullo en el área y disparó para batir a Sergio. El Caudal trató de reaccionar. En el 33 el árbitro, muy discutido por ambos bandos, se tragó un monumental penalti sobre Robert. Y al final del primer acto, el Llanera estuvo a punto en una doble ocasión, balón al larguero incluido, de poner tierra de aumentar su renta.
Al Caudal le tocaba remar, y Chuchi Collado movió ficha al descanso. Dejó al lateral Cabranes en la caseta, metió al punta Borja Navarro y pasó a jugar con defensa de tres. En el 52, Robert y Cris, los más incisivos, fabricaron una jugada que a punto estuvo de acabar en gol, pero Alejandro desbarató con una buena parada.
Y cinco minutos más tarde llegaba el empate. Keko Hevia logró hacerse con el balón tras una mala salida de Alejandro, y envió el balón a la red tras tocar en Abel. El empate fue un mazazo para el Llanera, que aun así trató de revolverse. Sin embargo, el Caudal volvería a golpear. Mendi filtró un balón a Diego, que dejó solo a Cristian ante Alejandro. El artillero caudalista no falló y puso el 2-1.
A partir de ahí, partido roto. Los de Llanera trataron de volcarse sobre el área rival, y casi logran el empate en los últimos diez minutos. Primero Viti. Un minuto más tarde, Busta estuvo a punto de marcar tras una indecisión de Sergio, aunque estrelló su testarazo en el meta. Y en el 84, un nuevo fallo de Sergio en una salida provocó que Ferre se plantase solo y fuera derribado de forma clara por el meta. El árbitro no señaló nada ante las protestas visitantes. De ahí al final, los mierenses tiraron de oficio para quedarse con los tres puntos.
