Lucía Martiño nunca olvidará el mes de diciembre de 2019 porque el día 9 se proclamó campeona de España de surf, un hito histórico para el deporte en Asturias. Por ese motivo, LA NUEVA ESPAÑA ha distinguido a esta gijonesa de 26 años con el "Asturiano del mes" de diciembre, además de otras razones más intemporales: el esfuerzo personal para destacar en un deporte minoritario y por su contribución a la visibilidad de Asturias en una actividad que abre muchas posibilidades de negocio.
"Me pilló por sorpresa", señaló Martiño al conocer que había sido galardonada por el periódico en Madeira, donde prepara estos días la nueva temporada. La gijonesa todavía saborea el final de la pasada, en el que consiguió resarcirse de un mal inicio de 2019. Lucía Martiño se adjudicó la segunda edición de la Liga Iberdrola, que en categoría femenina está compuesta por siete pruebas que, con la suma de puntos, otorgan el título de España, además de una recompensa económica.
Los premios en metálico han sido un aliciente añadido para la competición: "Gracias a patrocinadores como Iberdrola hay mucho en juego y la competencia es muy grande. Además, no pude participar en todas las pruebas porque coincidía con algunas del circuito mundial". El Campeonato de España y la convocatoria con la selección para el Europeo perjudicaron la posición de Martiño en el ranking del Campeonato del Mundo.
"Llegué a estar en el puesto número 45 y en 2019 bajé bastante, pero sigo en el top 100", señala la deportista asturiana, que tiene muy claro el objetivo para la temporada que está a punto de empezar. "Quiero volver a estar entre las 50 primeras", dice, con la ventaja de que, a diferencia de otros deportes, en el surf cada año se empieza de cero. Tras regresar de Madeira y un breve paso por Gijón, Lucía Martiño viajará el día 31 a Canarias para seguir su preparación en la playa de Las Américas.
Todo empezó para Lucía Martiño (Gijón, 6 de enero 1994) en el verano de 2004, cuando en el lugar habitual de vacaciones familiares, en playa España, su madre le pidió a unos jóvenes cántabros que le dieran unas clases de iniciación al surf. En aquel momento no había escuelas de este deporte en Asturias, por lo que los cursillos continuaron periódicamente en la playa de Vega. Hasta que, coincidiendo con su undécimo cumpleaños, los Reyes Magos regalaron a Lucía una tabla de surf.
Lucía Martiño continuó su aprendizaje, que incluyó un buen debut en el Campeonato de Asturias, en Tapia de Casariego. "Pasé varias mangas y acabé cuarta", destaca de aquella primera competición, que pusieron en la pista a los responsables de la Federación Española, hasta que fue convocada para la selección con 14 años, momento en que también consiguió su primer patrocinador, un apoyo fundamental para poder dedicarse al surf profesionalmente.
Desde entonces, la carrera deportiva de Lucía Martiño ha estado marcada por las particularidades de un deporte que obliga a los mejores a viajar por todo el mundo. Desde que cumplió 19 años, la gijonesa ha competido en numerosos países, especialmente en los considerados como "mecas" del surf, como Estados Unidos, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y varios de Sudamérica. Y siempre sin abandonar los estudios, lo que le permitirá acabar dentro de unos meses la carrera universitaria de Dirección y Administración de Empresas.
También aprovecha su paso por Asturias para acercarse a su playa favorita, Rodiles, y para promocionar el deporte que le apasiona: "Aquí hay buenas condiciones para practicar surf, lo que faltan son entrenadores profesionales". También lamenta la falta de ayudas públicas, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en el País Vasco, donde el Gobierno autonómico ha creado el "Basque Team", con un programa de becas que permiten a los deportistas entrenarse y viajar en buenas condiciones.