"Me considero rápido, fuerte y contundente". Así se define el nuevo jugador del Real Avilés, Patricio "Pato" Álvarez, que ayer se ejercitó por primera vez con sus nuevos compañeros. El uruguayo, de 23 años, actúa de forma natural en el lateral derecho, aunque afirma que "si tengo que jugar de central no tengo problema".

Su pasión por el fútbol le viene desde la cuna, desde que comenzó a los tres años jugando en Peñarol. Su llegada a España se produjo hace catorce años de la mano de su padre, Richard Álvarez, que fue futbolista profesional. Tras su paso por las categorías inferiores del Nástic y del Reus, así como de equipo catalanes de Tercera División, ahora aterriza en el proyecto del Real Avilés. "Me presentaron la oferta y estoy encantado de estar aquí; me gusta el reto, quiero sumar y ayudar al equipo a revertir la situación", explica.

Su confianza va más allá. A pesar de lo que dicta la tabla clasificatoria, con el equipo situado en puestos de descenso y con una racha de diez partidos sin conocer la victoria, cree que la situación dará un vuelco y pone fechas: "En un mes y medio se verá la cosa de otra forma". Tras pulsar el estado de ánimo del vestuario y comprobar los primeros detalles de los que serán sus nuevos compañeros, asegura que "no es imposible salir de ahí abajo, ni mucho menos". En su primera toma de contacto ya ha percibido que "aquí hay mucho ritmo de pelota, me gusta el juego rápido y contundente". Pato Álvarez estará listo para debutar el próximo domingo frente al Caudal, si los técnicos lo estiman oportuno.