No se me ocurre una eliminatoria de Copa más atractiva que la que disputarán este jueves el Athletic Club y el Barça. Además, en San Mamés. Y a partido único. No sé si Athletic y Barça nos ofrecerán un gran partido de fútbol, lo que sí sé es que será un partido intenso y con un ambiente maravilloso. En la película "Apocalypse Now", el insufrible teniente coronel Kilgore dice que le gusta el olor del napalm por la mañana porque el pestazo a gasolina quemada huele a victoria. Los futboleros entendemos muy bien a Kilgore pero, a diferencia del egocéntrico, psicópata y racista teniente coronel del Noveno Batallón de la Primera División de Caballería Aerotransportada, lo que nos encanta es el olor a fútbol a la hora de la cena, el pestazo a hierba recién segada y ese fútbol de otra época que huele siempre a victoria, gane quien gane. Eso es lo bueno de un partido de Copa entre Athletic Club y Barça: gana el fútbol. Siempre.
El jueves, en San Mamés, se enfrentan dos equipos muy diferentes que, en cuanto empiece el partido, no lo serán tanto. Afirmar que un caballo y un hombre difieren en cuanto que uno es bípedo y el otro cuadrúpedo no es una falsedad, pero sí es una verdad muy parcial. Del mismo modo, decir que el Barça difiere del Athletic en cuanto que uno tiene un presupuesto cuadrúpedo que le permite pagar a Messi y el otro un presupuesto bípedo que le obliga a estar muy pendiente de Lezama no es una falsedad, pero sí es una verdad muy parcial. Un hombre no es un caballo que camina sobre dos patas. El Barça no es un Athletic con más presupuesto para la cantera y cartera suficiente como para adquirir jugadores de cualquier parte del mundo, sin necesidad además de que tengan raíces en los Países Catalanes. No seamos injustos. El Barça también es un equipo copero que, a diferencia de otros, nunca tira a la basura este torneo que es al fútbol mucho más de lo que el terrible napalm es a un hombre como el teniente coronel Kilgore.
Lo peor del partido Athletic-Barça en San Mamés es que en esta temporada ya no será posible un partido Athletic-Barça es la final de Copa. Pero siempre nos quedará San Mamés y el olor a fútbol a la hora de la cena. Porque Schuster se equivocó cuando comparó San Mamés con viajar a Corea. Ni Corea, ni Vietnam. Fútbol.
