En el recuerdo, lo más reciente, una goleada por 4-0 a Las Palmas. Suele suceder que con un mal resultado apremian las ganas de volver a jugar para olvidarlo. Con uno bueno, por el contrario, se saborea todo más y existe calma. Aunque también se quiere volver a disputar un partido para hacerse más fuerte. En este último caso le ha pillado el parón al Sporting de Djukic. Los rojiblancos llegaron a este compás de espera en octava posición -de nuevo entre los diez primeros tras muchos meses- y a cinco puntos del play-off. Pero con una sensación positiva, con un equipo que recupera buenos hábitos defensivos y que, por momentos, disipa dudas y recupera fortaleza en ataque.
Los números son claros. Con Djukic, en los dos meses y medio al cargo del equipo, el Sporting pelearía por el ascenso. En sus diez partidos lleva 16 puntos sobre 30 posibles. O lo que es lo mismo, solo el Zaragoza (22) y el Deportivo de La Coruña y el Tenerife, con 20, lo superan.
Los rojiblancos, con nueve tantos encajados, son los sextos que menos reciben en la etapa del serbio. Y eso es uno de los puntos que marcan la recuperación del equipo en las últimas jornadas, con solo un tanto encajado en los últimos cuatro duelos. Y a pesar de haberse quedado sin sus dos centrales habituales -Marc Valiente y Babin- algunos partidos por lesión.
El debe ha sido esta temporada el gol. Pero una buena noticia floreció recientemente en El Molinón, con dos tantos de Álvaro Vázquez, convertido en el "nueve" del equipo por delante de Djuka. Eso, el liderazgo de Pedro Díaz en el centro del campo y el descubrimiento de Murilo -a base de goles y asistencias- han devuelto la ilusión al Sporting, al que el parón le ha frenado su progresión.
