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Árbitros en escalada

Pablo González Fuertes y Víctor Areces Franco intensifican su preparación de cara a la vuelta del fútbol profesional en junio

La última vez que Pablo González Fuertes pisó un campo de fútbol fue el 29 de febrero, en Ipurúa, donde dirigió el Eibar-Levante. Una semana más tarde, el 7 de marzo, Víctor Areces Franco arbitró un Numancia-Racing que acabó con ocho tarjetas amarillas y una roja. Desde entonces, como la mayoría de los españoles, los dos árbitros asturianos del fútbol profesional han intentado mantener un mínimo de forma en casa. Hace una semana empezaron a ejercitarse al aire libre y desde hoy ya podrán entrenarse en un campo. Es su escalada hacia la vuelta a la competición, prevista para junio.

González Fuertes (Gijón, 8 de junio de 1980) estaba designado para el Espanyol-Alavés, previsto para el 15 de marzo, el día siguiente a la declaración del estado de alarma. Durante cinco semanas se entrenó en su casa, donde contaba con una cinta para correr y un banco de pesas. Y el lunes pasado volvió a correr al aire libre, con las ventajas de su condición de deportista profesional, aunque ha procurado evitar las zonas más concurridas de Gijón. En cuanto abran volverá a entrenarse en los campos de la Federación Asturiana, en Roces.

En condiciones normales, los árbitros profesionales pasarían unas pruebas físicas en Madrid antes de volver a pitar. Debido a las restricciones, los responsables del comité controlarán su estado mediante el programa Spodha, la herramienta tecnológica creada por una empresa asturiana que monitoriza el estado de salud y el rendimiento de los deportistas. "Incluso la calidad del sueño", explica Areces Franco, que cumple su sexta temporada en Segunda División con la vista puesta en Primera.

Acostumbrado a trabajar mucho físicamente en el centro deportivo que regenta en Piedras Blancas, a Areces Franco (Avilés, 3 de diciembre de 1985) no se le hizo muy cuesta arriba el confinamiento en su casa de Gijón. La pasada semana empezó a entrenarse en el parque de Moreda, en las franjas horarias permitidas para toda la población, y en cuanto pueda trabajará en el campo del Navarro, ya que los dirigentes del club de Valliniello le dan todas las facilidades.

Areces Franco estaba designado como árbitro VAR para el Las Palmas-Girona de la jornada 32 de Segunda, aunque su deseo es volver a pisar el césped y completar una buena temporada, como la pasada, cuando recibió el Trofeo Guruceta al mejor árbitro de Segunda: "Lucho cada temporada por ascender a Primera. Tengo que estar al máximo nivel porque si bajas la guardia estás fuera".

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