La situación hizo que se vieran algunas escenas curiosas, como los futbolistas del Llanera cambiándose en el aparcamiento, sin poder usar los vestuarios. Caudal y Llanera retomaron ayer los entrenamientos bajo el estricto protocolo marcado por la Federación y con el objetivo en mente de preparar el play-off que a partir de las 18 de julio enfrentará a los cuatro mejores clubes de la Tercera asturiana antes del parón en el Suárez Puerta de Avilés. Lealtad y Covadonga, los otros dos clubes en liza, harán lo propio a partir del 15 de este mes.
El Llanera dividió su plantilla en dos grupos. El primero se ejercitó a las 18.30; el segundo, una hora más tarde. "La orden es que no hubiera más de 12 o 13 personas en las instalaciones al mismo tiempo", aclara Miguel López Cedrón, presidente del club y que se encargó de mandar los pertinentes informes a la Federación. Él también tuvo que pasar el test hace días.
A la llegada, el club les entregaba a los futbolistas la ropa con la que se ejercitarían. "Como no se puede usar el vestuario se cambiaron entre los coches. Antes de entrenarse, debían tomarse la temperatura y rellenar un formulario en el que declaran que no han sufrido ningún síntoma", señala López Cedrón. Al término de la sesión, los futbolistas entregaron la ropa y se fueron a ducharse en casa.
El primer entrenamiento a las órdenes de José Luis Rodríguez fue una toma de contacto después de tanto tiempo. "Cada futbolista ha seguido un plan en el confinamiento, pero bastante 'light'. La intención era que no descuidaran la alimentación ni se fueran de peso", indica Miguel; "ahora se inicia una pretemporada muy especial porque vas a entrenarte cinco semanas para un par de partidos".
Caudal y Lealtad se enfrentarán en la primera semifinal el 18 de julio, mientras que Llanera y Covadonga completan el play-off el 19. El partido decisivo se jugará el 26 del mismo mes.
