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Cómo hemos cambiado

Sporting y Oviedo llegan al segundo derbi del curso con un entrenador distinto y notables diferencias en las alineaciones

Djukic MARCOS LEÓN

Las cosas han cambiado mucho tanto en el Sporting como en el Oviedo desde que los dos grandes del fútbol asturiano se enfrentaron un 17 de noviembre en el Carlos Tartiere, con resultado de empate a cero. En el partido de ida, al que los dos llegaban en una difícil situación (el Oviedo antepenúltimo y el Sporting decimosexto, tres puntos por encima del descenso), se vio poco fútbol, ningún gol y, eso sí, mucho público y mucho ambiente, algo que no se podrá repetir el lunes (21.45 horas) en El Molinón por la pandemia del covid-19 que obliga a disputar el encuentro a puerta cerrada.

El cambio más evidente en los dos casos está en el banquillo, donde Djukic ha sustituido a José Alberto en el Sporting y Ziganda a Javi Rozada en el Oviedo. El técnico serbio, que llegó el 22 de diciembre, después de que el Sporting perdiera 0-1 ante el Extremadura, es el segundo entrenador rojiblanco de la campaña mientras que el navarro, que fichó por el Oviedo el 18 de febrero, después de una derrota por 1-2 ante el Alcorcón, es ya el tercero de los azules (Sergio Egea estuvo durante las cinco primeras jornadas).

Ha tenido Djukic más tiempo de cambiarle la cara al Sporting y, al menos en lo que a la clasificación se refiere, lo ha hecho. El entrenador serbio ha sumado 20 puntos en 12 partidos (José Alberto se fue con 25 puntos en 21 partidos), tiene a los rojiblancos a tres puntos de la promoción y con un colchón de ocho sobre el descenso. Ziganda, por su parte, ha tenido mucho menos margen de maniobra, puesto que tan solo lleva cinco encuentros al frente de los azules. En ese tiempo ha sufrido una derrota y sumado ocho puntos en dos victorias y dos empates. Javi Rozada, en los 23 partidos que estuvo dirigiendo al Oviedo, logró 28 puntos. El que falta fue el que consiguió Egea. El Oviedo sigue ahora, como después del derbi, antepenúltimo, en puestos de descenso.

También los directores deportivos de ahora y los de entonces han cambiado en los dos clubes. En el Oviedo se produjo la salida de Michu, al que sustituyó Arnau, mientras que en el Sporting se cerró la etapa de Torrecilla y se abrió la de Javi Rico. Arnau fue el encargado de reforzar al Oviedo en el mercado de invierno con jugadores importantes para intentar salir de la difícil situación en la que se encuentran. Rico, que lleva un mes en el club rojiblanco, tendrá que dejar su impronta ya de cara a la próxima campaña.

En cuanto a los jugadores, puede que el equipo que llega más cambiado al derbi sea el Oviedo, en el que destacan tres de sus fichajes de invierno: el portero Lunin, el mediocentro Luismi y el delantero Rodri. Los dos primeros son insustituibles en el once azul mientras que Rodri, que lo venía siendo, se quedó en el banquillo la pasada jornada, aunque también es uno de los hombres importantes de la plantilla. El Oviedo se reforzó también con el central Grippo, que apenas ha tenido protagonismo, y con Sebas Coris, lesionado. El conjunto rojiblanco tan solo realizó un fichaje invernal, Murilo, aunque el extremo ha aportado muchas cosas al Sporting y, salvo sorpresa, será titular el lunes.

Lo que no va a cambiar en este derbi es el peso que van a tener los jugadores de la casa en uno y otro equipo. Además, en los dos equipos la actuación de algunos de sus canteranos fue importante en la pasada jornada, la última antes del derbi. Dos de ellos, uno por cada equipo, podrían vivir el lunes el primer derbi de su vida. En el lado rojiblanco, una de sus estrellas, Manu García, se perdió el partido de ida al ir convocado con la selección española sub-21. El lunes, si así lo estima Djukic, saltará al campo en el once inicial. Menos esperada era la presencia de Luchas Ahijado, canterano azul al que se hizo ficha esta temporada con el primer equipo, que apenas había tenido minutos, y que ha dado un paso adelante por la lesión del hasta ahora lateral derecho titular, Juanjo Nieto, que está lesionado. Lucas, además, viene de hacer dos buenos partidos en los dos empates que ha cosechado el Oviedo tras la reanudación de la competición.

Sí estuvieron en el derbi de la ida y llegan tras haber recuperado un protagonismo que últimamente se había difuminado Nacho Méndez, por el Sporting, y Borja Sánchez, por el Oviedo. Los dos canteranos fueron titulares en el derbi disputado en el Carlos Tartiere. En ese partido, Nacho Méndez se lesionó y, una vez recuperado, ya con Djukic en el banquillo, no consiguió regresar al once. Su partido del jueves en la victoria por 0-2 ante el Alcorcón dejó claro que atraviesa por un buen momento, siendo el mejor de los rojiblancos en el choque. Borja Sánchez, por su parte, tras ser importante durante buena parte de la campaña, había ido perdiendo su sitio en el once, más aún tras el fichaje de Rodri. El miércoles ante el Deportivo salió de inicio y cuajó una sensacional actuación, siendo el más destacado de los azules y una pesadilla para la defensa del cuadro gallego.

La afición no podrá estar en el campo el lunes animando a los suyos, pero al menos verá cómo canteranos de la región son protagonistas en un derbi asturiano que será diferente al de la ida. Y no solo por el coronavirus.

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