El derbi fue un derbi en todo, menos en el ambiente en la grada. Sporting y Oviedo jugaron un partido gris y a veces feo en el que el Real Oviedo fue a ratos mejor y justo vencedor. Una jugada de Borja Sánchez tras un error evitable de Unai Mediana sirvió para que el canterano, suplente para sorpresa de todos, diese la victoria a los carbayones, que salen de los puestos de descenso.

El Real Oviedo de Ziganda, que sorprendió con las suplencias de Bárcenas y Ortuño, entró mejor al partido. Su alta y ordenada presión asfixió a un Real Sporting que no supo hacer valer la técnica y calidad que se le supone a los jugadores que ayer integraron su medular. Nacho Méndez y Manu García no lograron canalizar el juego de los suyos; mientras el Oviedo se mostraba cómodo sobre el verde de El Molinón, pese a no inquietar tampoco la meta defendida por Mariño.

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Fútbol: Así fue el Sporting-Oviedo disputado en El Molinón

Mismo guión tras el descanso, con un Oviedo que, nuevamente, volvió a dejar mejores sensaciones cuando el balón echó a rodar. La primera ocasión clara para los visitantes estuvo en las botas de Sangalli que, con un duro disparo a la salida de un córner obligó a Mariño a emplearse a fondo para evitar el gol.

El juego del Sporting brillaba por su ausencia, mientras los carbayones, como si fuese un partido de fútbol americano, iban ganando yardas y embotando a los rojiblancos en su área. Ziganda olió la sangre y lo aprovechó: dio entrada a Ortuño y Borja Sánchez. Acertó. Doce minutos después, Borja Sánchez robó un balón a Unai Medina, buscó la pared con Ortuño en la frontal del área y, desde la frontal, ajustó el balón al palo izquierda de la portería defendida por Mariño, que nada pudo hacer para evitar el gol.

El gol fue como el croché de un campeón de los pesos pesados para el Sporting, que no se quedó noqueado: se quedó "knock out". Lejos de ser un acicate para buscar el empate, el tanto atenazó aún más a los rojiblancos, que quedaron a merced de los carbayones.

El Oviedo no sentenciaba y el Sporting estuvo a punto de festejar el empate en el minuto 88. En un balón colgado al área a la salida de un córner, Babin consiguió anotar con un inapelable testarazo. El asistente levantó la bandera y el VAR refrendó la decisión. Por poco, pero bien anulado por fuera de juego.

En los últimos minutos el Sporting trató de buscar el empate con más corazón que cabeza y no evitó que el Real Oviedo se llevase los tres puntos con merecimiento. La victoria deja a los azules fuera de descenso y a los rojiblancos a cuatro puntos del play off de ascenso.