Los árbitros españoles están sujetos desde ayer a una relación laboral de deportistas profesionales, según informó la RFEF. Los colegiados profesionales que componen las plantillas de Primera y Segunda División pasan a tener un contrato de trabajo y a ser dados de alta en el régimen general de la Seguridad Social del que hasta ahora estaban excluidos, tras firmar un contrato laboral de deportista profesional con la Federación Española.