La segunda categoría del balonmano femenino, la División de Honor Plata, vuelve el fin de semana con tres equipos asturianos (Oviedo BF, Siero Deportivo y Balonmano Gijón) y toda la incertidumbre de estos tiempos de pandemia. Aun así, los objetivos son los mismos de temporadas anteriores: el Oviedo BF parte como uno de los candidatos al ascenso, el BM Gijón aspira a moverse por una zona tranquila y el Siero se conformaría con la permanencia.
"Afrontamos esta temporada con mucha ilusión y un poco de incertidumbre". Las palabras de Manolo Díaz, entrenador del Oviedo BF, servirían para todos los técnicos y dirigentes de la categoría. Además, la pretemporada les ha servido para entender mejor a lo que se enfrenan. El Oviedo BF ha tenido que cancelar tres amistosos por casos de covid-19 en sus rivales. El único partido se jugó a puerta cerrada en el Florida Arena, aunque el club espera contar con público en la Liga cumpliendo el protocolo de reducción de aforo.
El Oviedo BF ha sufrido bajas de jugadoras importantes, compensadas por la incorporación de canteranas y tres fichajes: Marta Fernández (extremo procedente del Grupo IMQ), Laura Gutiérrez (lateral, del Balonmano Gijón) y Niki Blatché (pivote argentina procedente del Gavá), aunque esta última sufrió una grave lesión de rodilla que le tendrá inactiva durante seis meses. Manolo Díaz tendrá hoy un último ensayo, frente al Liberbank Gijón en el pabellón de La Arena, y el domingo debutará en la Liga en Redondela frente al SAR Rodavigo (12 horas).
El objetivo del Oviedo BF es el ascenso a la máxima categoría, tras el mal sabor de boca que le dejó el desenlace de la pasada temporada, ya que el equipo iba colíder en el momento en que se suspendió la competición. Sin embargo, la Federación decidió el ascenso del equipo que le precedía (San José Obrero Lanzarote) y del tercer clasificado, el Puerto del Carmen.
Al Siero Deportivo le ocurrió todo lo contrario, ya que ocupaba plaza de descenso en marzo. Ahora afronta el más difícil todavía porque a su modestia económica se unen las dificultades provocadas por la pandemia. Su presidente, Alfonso García Camino, lamenta tanto el recorte de la subvención municipal (un 55 por ciento) como las bajas de algunos patrocinadores y las dudas sobre los abonados. "El año pasado tuvimos cuatrocientos y pico, pero ahora no sé si podremos llegar ni a la mitad".
"No tenemos problema con el aforo", añade García, "porque tal como está el protocolo podrían entrar 150 espectadores. Lo complicado es el control porque se necesita mucha gente; dos para la entrada del pabellón, un delegado de campo, otro de equipo, uno en la mesa y otro grabando el partido desde arriba". Y, pese a que las jugadoras solo cobran los gastos, el presidente del Siero recalca que "todavía no hemos empezado la temporada y ya hemos gastado diez mil euros".
Con todo esto, lo deportivo casi es lo de menos para Alfonso García ante el debut, el sábado (19 horas) en la cancha del Asmubal Meaño: "Tuvimos diez bajas, algunas de jugadoras que venían de fuera, y renovamos la plantilla con juveniles. Solo fichamos a Fani, portera del Liberbank, y la extremo Paula Solís, que ya estuvo hace años con nosotros". El presidente confía mucho en el trabajo del nuevo entrenador, José Antonio Rodríguez, Cuco, sustituto de Luis Miguel Garabaya. "Llega una remesa de juveniles que hicieron una temporada muy buena. Tenemos un equipo con mucho futuro, pero les falta experiencia".
Eso es lo que ha buscado el tercer representante asturiano, el Balonmano Gijón, con la incorporación de tres jugadoras veteranas: Rocío Fuente, Alba Holgado y Vanesa Lozano, que serán el contrapunto de un equipo muy joven y que perdió a sus dos principales referentes la pasada campaña, Laura Gutiérrez y Sandra Vallina. El primer partido será el domingo en La Tejerona y con un rival de los complicados, el Cleba León, con acceso restringido de público.
