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Joaquín, solo un triunfo, pero para un ascenso rojiblanco

Los amistosos ante los azules le marcaron: "En uno debuté con el Sporting en El Molinón y en otro ganamos con cinco goles de Gomes"

Joaquín, solo un triunfo, pero para un ascenso rojiblanco

A Joaquín le tocó vivir la época dorada del Sporting. Leyenda del club rojiblanco desde su debut en 1976 hasta su retirada en 1992, estuvo siempre en todas las participaciones de los gijoneses de los gijoneses en la Copa de la UEFA. Rozó el título de la Copa del Rey y de Liga. Y se retiró con 644 partidos oficiales jugados con el Sporting. Una cifra que nadie ha sido capaz de igualar. Pero le quedó la espina de que en los derbis, que le tocó afrontar en el tramo final de su carrera -durante los setenta y ochenta el Oviedo estaba un peldaño más abajo-, no obtuvo muy buenos resultados. Joaquín solo salió vencedor de uno los siete derbis que disputó en Liga, con cuatro empates y dos derrotas. Pero aunque se quedó con la miel en los labios de volver a ganar antes de su retirada, siempre tendrá en sus recuerdos el partido en el que los rojiblancos ganaron 1-2 en el Carlos Tartiere. Fue en la temporada 1976-1977, y el triunfo sirvió al Sporting para conseguir el ascenso a Primera.

"Tengo experiencias muy buenas. Siempre quiero buscar la parte positiva. Tengo dos en dos partidos amistosos, súper especiales, el Costa Verde, en mi primer partido oficial en El Molinón, ganamos 3-0, en el último partido de Churruca, antes de irse al Athletic de Bilbao, y tuve la suerte de meter dos goles", explica Joaquín. "Y el otro partido fue el famoso Trofeo Principado de los cinco goles de Gomes". De ahí que, pese a que en Liga no se le dieron tan bien, los derbis también dejaron un poso especial en Joaquín gracias a los torneos de verano. "En uno debuté en El Molinón y en otro ganamos con los cinco goles de Gomes. Esos recuerdos me quedaron siempre", subraya.

Aunque para el jugador que más veces ha vestido la camiseta del Sporting el momento más especial fue en su primer triunfo en un duelo de Liga ante el Oviedo. Fue en el Carlos Tartiere el 29 de mayo de 1977. "Ese verano había marcado en el Costa Verde. En Liga, en la penúltima jornada, ganamos 1-2 con goles de_Quini y Ferrero, en un partido en el que nos valía el empate, y logramos subir a Primera. Eso es algo inolvidable", comenta.

Joaquín Alonso vivió dos derbis en Segunda, los de la temporada 1976-1977, con un balance de una victoria y un empate. Después, hasta el ascenso en 1988 del Oviedo, ambos equipos no se volvieron a encontrar. Y ahí el Sporting se quedó sin ganar en los cinco primeros derbis, que fueron los que estuvo presente Joaquín, con tres empates y dos derrotas. El de la segunda vuelta de la campaña 1990-1991, que acabó con empate sin goles, no lo disputó. Ni tampoco los dos de la campaña 1991-1992, la última en la que estuvo en el Sporting, y en la que los rojiblancos por fin le ganaron al octavo intento, con un 1-0 que llegó de la mano de Monchu.

Los duelos de rivalidad de finales de los ochenta y principios de los noventa, los que más le toco jugar a Joaquín, enfrentaron a dos equipos que vivían dos momentos contrastados en sus respectivas historias. Para el Sporting suponía llegar a la etapa final de la época dorada, aunque tuvo su continuación con el equipo de los "yogurines" que logró volver a Europa. Y para el Oviedo era disfrutar del regreso a Primera y situarse de nuevo a la altura del eterno rival, tras muchos años distanciados.

Joaquín, desde su experiencia en los duelos de rivalidad, aconsejó a los jugadores de la actual plantilla. "Les diría que sigan manteniendo la misma intensidad y concentración. La pasión del derbi, aunque no haya público, sigue existiendo. Que mantengan la cabeza fría, sean competitivos y ordenados, y que mantengan la misma pauta. Y si quieren dar un plus más, que lo hagan, pero manteniendo la cabeza fría", concluye Joaquín Alonso.

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