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Tejero se considera dueño del Avilés al estimar el CSD nula la venta

"Sigo siendo el presidente; ayer mismo firmé el contrato del entrenador", asegura el avilesino El dirigente afirma que sigue siendo receptivo al cambio pero que hay que "replantearlo"

La carta del CSD.

Tejero sigue siendo el presidente del Avilés. Así lo considera el Consejo Superior de Deportes y así lo considera el dirigente avilesino. La operación con Dibago aún no reúne los requisitos formales y Tejero se piensa ahora los términos del traspaso de poderes. La subdirectora general de Deporte Profesional y Control Financiero del CSD, Lucía Muñoz-Repiso, advierte en una comunicación enviada al aún presidente del Real Avilés, José María Tejero del Río, de que la "posible venta" -así la define- de la Sociedad Anónima Deportiva al grupo Dibago incurriría en vicio de nulidad debido a que su realización habría incumplido lo dispuesto en la Ley 10/1990 del Deporte y en el Real Decreto 1.251/1999 sobre sociedades anónimas deportivas. En concreto, la sociedad compradora, a la que representa Diego Baeza, habría obviado -como el mismo interesado admitió el miércoles en una rueda de prensa- el trámite de obtener la autorización previa del CSD. "Sigo siendo el dueño y presidente del club", señala Tejero.

El artículo 22.2 de la Ley 10/1990 del Deporte dispone que "toda persona física o jurídica que pretenda adquirir acciones de una Sociedad Anónima Deportiva o valores que puedan dar derecho directa o indirectamente a su suscripción o adquisición de manera que, unidos a los que posea, pase a detentar una participación en el total de los derechos de voto de la sociedad igual o superior al veinticinco por ciento, deberá obtener autorización previa del Consejo Superior de Deportes (...)". Si no recayere resolución expresa en 3 meses desde la recepción de la solicitud se entenderá concedida la autorización.

Recibida la solicitud de autorización -el trámite que no realizó Dibago antes del 16 de septiembre, la fecha en la que se firmó la venta del Real Avilés en una notaría de Gijón- el CSD sólo podrá denegar la autorización "cuando la obstrucción, resistencia o negativa a facilitar la correspondiente información o documentación impida verificar el cumplimiento de las obligaciones en materia de adquisición de participaciones significativas, cuando se compruebe la inexactitud o falsedad en las declaraciones que se hubieren realizado o de los documentos que se hubieren aportado o cuando la designación de los administradores o la realización de negocios sobre las acciones de las Sociedades Anónimas Deportivas o de otras entidades deportivas puedan adulterar, desvirtuar o alterar el normal desarrollo de la competición".

Lucía Muñoz-Repiso comunica todo lo anterior al presidente del Avilés en un comunicación, reproducida en esta página por LA NUEVA ESPAÑA, en la que dice haber tenido conocimiento de "informaciones periodísticas relativas a posibles cambios en la composición del accionariado del Real Avilés S. A. D. a través de una adquisición de acciones de dicha sociedad por el grupo Dibago" y comunica que "de confirmarse esas informaciones, la referida operación deberá acomodarse a lo dispuesto por la Ley del Deporte y el Real Decreto sobre Sociedades Anónimas Deportivas". Según el artículo 23.5 de la citada Ley del Deporte, "toda adquisición de acciones de una Sociedad Anónima Deportiva o de valores que den derecho a su suscripción o adquisición que se haga incumpliendo lo establecido en los párrafos anteriores (ya citados anteriormente en este texto) será nula de pleno derecho".

Y a eso es a lo que se acoge José María Tejero para entender que la pretendida compra del Real Avilés por parte de Diego Baeza no ha fructificado por más que ambas partes llegaran a un acuerdo y lo firmaran ante notario.

"Yo acudí a la notaría el día 16 de septiembre para vender el Avilés de buena fe, ignorante de si los compradores habían hecho el trámite de solicitar autorización al CSD y en ningún momento hubo prevención alguna en ese sentido por parte del notario. Ahora, recibida la comunicación del CSD, debo entender que el acto fue nulo y que, en consecuencia, sigo siendo dueño y presidente del Real Avilés", manifestó ayer Tejero al ser preguntado por este diario al respecto de su interpretación del culebrón en que se ha convertido la venta del club. Tanto es así que, según añade, "ayer mismo (por el miércoles) firmé los contratos del entrenador y un jugador en mi calidad de presidente".

Diego Baeza manifestó el miércoles que en los últimos días ha acelerado los trámites para hacer efectiva la compra del paquete accionarial de Tejero. En concreto, aseguró que junto a sus socios en la empresa Dibago, Juan Carlos Peláez y Cristian Pastrana, ha formado el nuevo órgano de gobierno con fecha 7 de octubre y que ya ha solicitado al CSD el permiso para adquirir el club. "Ahora lo que queda es el trámite en el Registro Mercantil, obtener el Ok del CSD, que se da por entendido, y aparecerá el nuevo órgano de gobierno en el Boletín Oficial del Principado", afirmó Baeza. José María Tejero recalca lo "anómalo" de que Diego Baeza tome decisiones de ese calado sin haberse completado el proceso de venta.

El dirigente avilesino manifiesta que sigue receptivo a la venta, pero que la misma debe "replantearse". Al respecto de la gestión deportiva del club se manifiesta favorable a que la siga realizando el equipo de Diego Baeza, "pese a que el contrato suscrito en su día para esa tarea fue cancelado de mutuo acuerdo". Así mismo, de cara a aclarar el hecho de que el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) publicase el pasado día 6 -una noticia que adelantó LA NUEVA ESPAÑA- una serie de nombramientos que evidenciaba que José María Tejero seguía manteniendo el control del Avilés, el empresario aclaró que se trataba de actos jurídicos referidos al pasado mes de mayo y cuya publicación en el BORME había quedado pospuesta.

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