La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

2020 fue mi año

El trampolín de Francis Alonso en el Oviedo Baloncesto: jugó solo tres partidos y ahora es una sensación de la ACB

Tras un debut en ACB frustrante, el escolta internacional se asienta en el Unicaja

Francis Alonso, con el balón, defendido por Boutielle en un entrenamiento del Unicaja. | La Opinión de Málaga Mario RODRIGOMario RODRIGO

Tras superar sus problemas físicos, Francis Alonso fichó por el Liberbank Oviedo a mediados de febrero. Solo pudo jugar tres partidos, pero fue determinante en la victoria contra el Coruña, en la que anotó 31 puntos. Ese encuentro, disputado en Pumarín el 7 de marzo, fue el último antes de que se suspendiera la LEB Oro.

El escolta malagueño no solamente se ha hecho un hueco en la plantilla del Unicaja, algo que despertaba dudas a principios de temporada, sino que es uno de sus mimbres más destacados. Lleva casi 12 puntos de media en la ACB, con un gran acierto, y sus actuaciones le han llevado a la selección española.

Ya es moneda corriente que jugadores que pasan por el Oviedo se consoliden en la máxima categoría del baloncesto español. Lo normal es que atraviesen una etapa de adaptación antes de destacar en la élite, pero ese no ha sido el fulgurante caso de Francis Alonso.

El malagueño, que acabó 2019 de bajón porque las lesiones frustraban su debut en la élite, encontró en su corta cesión al OCB el trampolín necesario para regresar triunfante a su tierra. Pilar fundamental del Unicaja y convocado por Sergio Scariolo para los partidos de la última ventana FIBA, el escolta termina el año convertido en una de las promesas más firmes de la canasta.

Francis Alonso lanza a canasta.

Alonso, habitual de las selecciones de las categorías inferiores, escogió para su formación Estados Unidos y, concretamente, uno de sus estados más baloncestísticos, Carolina del Norte. La universidad que le becó, UNC Greensboro, está lejos del nivel y del prestigio de sus vecinas North Carolina, Duke o Wake Forest, pero sus buenas actuaciones dejaron huella. Terminado su periplo NCAA, en el verano de 2019 Unicaja apostó por él con un contrato de tres años y lo cedió al Fuenlabrada.

La pretemporada con el equipo madrileño prometía, pero un derrame óseo se interpuso en su camino y dejó un pobre balance de 22 minutos y 5 puntos en cuatro partidos oficiales en su primera incursión en la ACB. En febrero se decide poner fin a la relación con el Fuenlabrada e iniciar una nueva cesión en el Liberbank Oviedo, que buscaba desesperadamente una chispa en el juego exterior para salir de los puestos de descenso.

Y en solo tres partidos, hasta que el covid paralizó la competición, el escolta andaluz mostró su talento: 21 puntos y una valoración de 16,7 por partido. “Venía de un tramo muy duro y en Oviedo me dieron vida. Me llevo muchísimas buenas memorias de allí, pero sobre todo el cariño de la gente, del club y de los fans, fue una experiencia muy bonita”, apunta Alonso.

Reincorporado a la disciplina del Unicaja, Francis se ha convertido en una de las sensaciones de la ACB. En la pista del Real Madrid, el malagueño logró 16 puntos y 5 triples en el tercer cuarto, en el que el conjunto andaluz logró ponerse por delante.

Es, además, el jugador que más lanzamientos de tres ha conseguido en la primera fase de la Eurocup, con un excelente 48 por ciento de acierto. Con estos hechos encima de la mesa, no fue una sorpresa su llamada a la selección, con la que logró la clasificación para el Europeo en los partidos ante Israel y Rumanía. El Unicaja persigue ahora actualizar su contrato, que termina en 2022 con una cláusula de salida muy asequible, unos 250.000 euros.

Ya es moneda corriente que jugadores que pasan por el Oviedo se consoliden en la máxima categoría del baloncesto español. Lo normal es que atraviesen una etapa de adaptación antes de destacar en la élite, pero ese no ha sido el fulgurante caso de Francis Alonso.

El malagueño, que acabó 2019 de bajón porque las lesiones frustraban su debut en la élite, encontró en su corta cesión al OCB el trampolín necesario para regresar triunfante a su tierra. Pilar fundamental del Unicaja y convocado por Sergio Scariolo para los partidos de la última ventana FIBA, el escolta termina el año convertido en una de las promesas más firmes de la canasta.

Alonso, habitual de las selecciones de las categorías inferiores, escogió para su formación Estados Unidos y, concretamente, uno de sus estados más baloncestísticos, Carolina del Norte. La universidad que le becó, UNC Greensboro, está lejos del nivel y del prestigio de sus vecinas North Carolina, Duke o Wake Forest, pero sus buenas actuaciones dejaron huella.

Terminado su periplo NCAA, en el verano de 2019 Unicaja apostó por él con un contrato de tres años y lo cedió al Fuenlabrada.

La pretemporada con el equipo madrileño prometía, pero un derrame óseo se interpuso en su camino y dejó un pobre balance de 22 minutos y 5 puntos en cuatro partidos oficiales en su primera incursión en la ACB. En febrero se decide poner fin a la relación con el Fuenlabrada e iniciar una nueva cesión en el Liberbank Oviedo, que buscaba desesperadamente una chispa en el juego exterior para salir de los puestos de descenso.

Y en solo tres partidos, hasta que el covid paralizó la competición, el escolta andaluz mostró su talento: 21 puntos y una valoración de 16,7 por partido. “Venía de un tramo muy duro y en Oviedo me dieron vida. Me llevo muchísimas buenas memorias de allí, pero sobre todo el cariño de la gente, del club y de los fans, fue una experiencia muy bonita”, apunta Alonso.

Reincorporado a la disciplina del Unicaja, Francis se ha convertido en una de las sensaciones de la ACB. En la pista del Real Madrid, el malagueño logró 16 puntos y 5 triples en el tercer cuarto, en el que el conjunto andaluz logró ponerse por delante.

Es, además, el jugador que más lanzamientos de tres ha conseguido en la primera fase de la Eurocup, con un excelente 48 por ciento de acierto. Con estos hechos encima de la mesa, no fue una sorpresa su llamada a la selección, con la que logró la clasificación para el Europeo en los partidos ante Israel y Rumanía. El Unicaja persigue ahora actualizar su contrato, que termina en 2022 con una cláusula de salida muy asequible, unos 250.000 euros.

Compartir el artículo

stats