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Real Avilés In… ternacional

Por primera vez en su historia, el equipo blanquiazul alineó en un partido hasta siete jugadores nacidos en el extranjero

Una acción del Real Avilés-Caudal.

A Sami le gusta el balón y es valón, de Lieja, donde nació cuando la pasada centuria daba sus últimos coletazos. De origen marroquí, siempre vivió en el barrio de Ougrée, a tiro de piedra del Sclessin, el legendario estadio del Standard, también conocido como “La Caldera” o “El Infierno”, no sólo por el ardor propio de la hinchada liejense, sino por la atmósfera que le imprimen las contiguas instalaciones siderúrgicas de las que, por cierto, Arcelor Mittal se desprendió recientemente. Sami debutó el domingo en Pola de Lena ante el Lenense (1-3) y, sin saberlo, personificó el hito que fija, por primera vez en la historia, la presencia de siete jugadores foráneos en un partido del Real Avilés.

La presencia de extranjeros en el fútbol español va ligada, prácticamente, desde la misma irrupción del juego dentro de nuestras fronteras. En el caso de Avilés, aparte de los varios que empezaron a circular cuando la competición ni siquiera estaba regulada, ya quedó constancia de uno en el primer partido oficial de la historia del fútbol local, en el que el liverpuliano Nicasio Goitisolo firmaba uno de los siete goles que el Stadium endosaba al Lealtad durante la lluviosa –en todos los sentidos– tarde del 13 de junio de 1920. Desde entonces, las discontinuas aperturas de fronteras que fue aplicando la Federación a lo largo de la historia fueron sucediéndose con otros acontecimientos, como la controvertida era de los oriundos, la Ley Bosman o, en definitiva, la implacable globalización sobrevenida en los últimos lustros.

Por otro lado, se hallan los jugadores nacidos más allá de nuestras fronteras por causas fundamentalmente ligadas a la emigración de sus progenitores españoles. Esta cuestión es la que atañe a los dos primeros (temporada 86-87) en enfundarse la camiseta del Real Avilés Industrial, Chichi Pereiro y Nené Ballina, nacidos en la argentina Santa Fe y la ecuatoguineana Santa Isabel, respectivamente. En el caso de Nené cabe decir que el estado español aún ejercía dominio sobre la tierra de su madre, cuyo apellido –menuda coincidencia– es Avilés. En este apartado tienen cabida otros jugadores como Claudio Feliciate, nacido en Val de Marne, uno de los múltiples departamentos que circundan la capital francesa; Hugo Ojeda, del cantón suizo de Valais; Iván Suárez, bruselés de Piedras Blancas; Marcos Fanjul, nacido en la Renania alemana; y el germano andaluz Pedro Borja.

En el sentido literal de “extranjero”, el primero del club fusionado fue el serbio Rado Zugic, presente en Avilés mientras su país se desmembraba entre guerra y guerra. Por aquel arranque de los 90 también transitaban el “brummie” Keith Thompson; el búlgaro Veli Voutzov, convertido en mediático entrenador y tertuliano televisivo en su país; y Nduka Ugbade, que sigue siendo voz autorizada del fútbol nigeriano.

Sin duda, la reciente globalización es la circunstancia que más ha influido en el ajetreo de los 61 natos de excepción que encierra la historia blanquiazul. Sólo en los últimos 6 años, arribaron el 60% de ellos, con especial incidencia en la oleada de 14 jugadores llegados en el año natural 2018. Asimismo, en la amalgama confluyen influencias muy llamativas, como las que pueden representar Slavi Matin, guardameta nacido en el estado de Nueva York y criado en la capital búlgara; Gowtham Kirupakaran, zaguero canadiense con orígenes en Sri Lanka; o el mismo Pato Álvarez, comodín defensivo de la plantilla actual, que, a partir de su nacimiento en Iquique, ciudad del extremo norte chileno, donde su padre ejercía como futbolista profesional, tiene influencias de la infancia entre la ciudad uruguaya de Maldonado y la tarraconense de Reus.

De momento, la particular brigada internacional que forman Roberto Albuquerque, Pato Álvarez, Joao Bravo, Luca Napoleone, Cedrick Mabwati, Rafa Silveira y Sami El Anabi –tres continentes les contemplan– estableció un récord conjunto, camino del objetivo que el Real Avilés pretende.

El Avilés sortea una camiseta firmada por todos los jugadores. El Avilés ha decidido sortear entre sus seguidores una camiseta oficial firmada por toda la plantilla. Los interesados en conseguir la zamarra deben dar me gusta en una publicación en Instagram del Avilés, mencionar a otros dos amigos y compartirlo en sus perfiles. Se puede participar tantas veces como se quiera. El club pone en marcha esta iniciativa de la mano de su patrocinador, Fanemotional.

El domingo, ante el Praviano a las 12 horas. El Avilés, por otro lado, ya prepara el importante partido del próximo fin de semana tras vencer al Lenense. Los de Luis Rueda se enfrentarán al Praviano en el Suárez Puerta el domingo a las 12.00 horas.

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