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Una pionera de 7 años: la pequeña Cleo Marrón lidera el campeonato de Asturias de motocross

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La pequeña Cloe Marrón lidera el campeonato de España de motocross V. D.

Cleo Marrón Díaz dejó a sus padres de piedra cuando les pidió una moto para hacer motocross como regalo de Reyes Magos. Un día vio a alguien practicando ese deporte y enseguida les dijo: “Yo quiero hacer eso”. Dicho y hecho. “En septiembre del año pasado hizo un curso, que le fue bastante bien, en noviembre le mejoramos la moto y el pasado mes de febrero empezó a competir y a entrenarse en circuitos”, explica Vanesa Díaz, madre de esta niña de 7 años de Lugones que ahora mismo lidera el Campeonato de Asturias de su categoría, superando hasta el momento a todos los chicos que se enfrentan a ella y que son la inmensa mayoría.

El mundo del motor no le es ajeno a Cleo, pero en su casa lo que ha estado siempre presente es el mundo del rally. “Mi marido, Francisco Marrón, corrió en rallies y yo alguna vez hice de copiloto junto a él”, señala la madre de esta promesa del motocross asturiano. Cleo Marrón pertenece a un club de Valdesoto, pero de momento en la familia no se pueden permitir tener a un entrenador personal para ella porque los gastos se dispararían demasiado: “La llevamos nosotros a todos lados, económicamente el entrenador personal es muy complicado, la moto con las mejoras cuesta 5.000 euros y luego están las ruedas, la gasolina, ir a entrenarse...”. Y eso que, explica Vanesa Díaz, ella siempre quiere “entrenarse más, más y más”. Todo ello en un deporte en el que apenas se encuentra con otras niñas. “Es raro ver a una niña en otras competiciones”, explica Vanesa Díaz.

Ella, sin embargo, quiere seguir avanzando y ya tiene encargada una moto nueva para cambiar de cilindrada, de 50 a 65 centímetros cúbicos. “Cuando va al circuito no ve la hora de marcharse. La llevamos a diferentes circuitos: a Gijón, Candamo, El Berrón… alguna vez a León, a Valencia de Don Juan o Villaviciosa. A los críos que se entrenan siempre en el mismo circuito se les nota”, explica la madre de la que aspira a proclamarse campeona de Asturias esta temporada. Una pasión por las motos que no se ha notado en los estudios. “Saca muy buenas notas, son todo notables y sobresalientes”, dice su madre.

En esta especialidad, Cleo casi siempre se las ve con otros chicos, salvo contadas excepciones: “Sí hay algunas niñas, pero de las federadas ella debe de ser de las más pequeñas; en Asturias debe de haber otras tres o cuatro federadas. El fin de semana pasado estuvo en una competición en la que había 65 críos que venían de Asturias, Galicia y Castilla y León y, en total, había tres niñas; y ella acabó en buena posición”.

Cleo tiene claro qué fue lo que la atrajo de este deporte que se practica en circuitos de tierra y en el que es importante ser muy habilidoso con el vehículo que llevan entre manos. “Lo que más me gusta del motocross son los saltos y el barro”, confiesa la piloto a LA NUEVA ESPAÑA. Y tiene muy presentes sus objetivos: “Me gustaría conseguir algún campeonato y más el de Asturias”. En este momento lo lidera, aunque aún quedan cuatro pruebas por disputarse en las que luchará por mantener esa posición de privilegio. Y eso que entre sus colegas de clase no obtiene mucha comprensión cuando les explica a qué se dedica cuando sale del colegio: “Cuando les cuento a mis compañeros que hago motocross me dicen que estoy loca”, confiesa.

En casa, con dos padres aficionados al motor, sí que obtiene todo el apoyo para que, siempre y cuando continúe sacando buenas notas, siga adelante con su pasión. “Tiene una hermana mayor que no se parece en nada. Cleo desde muy pequeña siempre estaba con la caja de herramientas, era diferente a su hermana, le gustaba jugar con la llave inglesa y mancharse las manos de grasa”, sentencia la madre de esta gran promesa del motor.

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