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Un militar herido se pasa cuatro días en el refugio del Urriellu por la niebla

Un bombero rescató haciendo rápel al escalador, que tiene un esguince de tobillo y el peroné afectado

El escalador herido se dirige al helicóptero

El final fue feliz, aunque el trance duró cuatro días: del sábado hasta que ayer. Fue cuando, ya sin niebla, un escalador accidentado, que sufrió un esguince, con lesiones también en el peroné, fue evacuado después de pasar tres noches en el refugio de montaña del Picu Urriellu.

Un militar herido se pasa cuatro días en el refugio del Urriellu por la niebla

El escalador pertenece a la Escuela Militar de Montaña y el sábado se encontraba haciendo un curso en el Picu Urriellu, en los Picos de Europa, cuando sufrió un accidente que le dejó completamente inmovilizado. El Grupo de Rescate de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) acudió en su auxilio, siguiendo el protocolo habitual en estos casos.

Cuando se le visualizó desde el helicóptero del SEPA, uno de los bomberos fue descolgado con una grúa hasta el lugar donde se hallaba el escalador herido. El médico que les acompañaba se quedó en el refugio, donde dejó todo el equipamiento que llevaba para tratar al rescatado.

Pero en el momento en el que estaba teniendo lugar el rescate apareció una densa niebla que impedía que el helicóptero pudiera sacarles de allí tanto al bombero como al escalador. Tras varios intentos y viendo que la niebla persistía, el bombero, a eso de las 19:30 horas del sábado, decidió bajar con el escalador accidentado haciendo rápel hasta el refugio. Lo hizo antes de que les cogiera la noche y tuvieran que pasarla allí, al raso, sin ropa de abrigo suficiente.

El bombero y el escalador estuvieron juntos en la pared del Urriellu unas tres horas hasta que tomaron la decisión de bajar. Una vez a pie de vía, el militar accidentado fue llevado al refugio donde le trató el médico y donde se tuvo que quedar alojado ante la dificultad que comportaba trasladarlo en su estado y con el mal tiempo, que persistió hasta el día de ayer. Y es que haber desplazado un helicóptero hasta el refugio suponía un riesgo innecesario teniendo en cuenta que el escalador no sufría heridas graves.

El médico y el bombero que asistieron a este militar que realizaba sus prácticas en la montaña asturiana se fueron del refugio al día siguiente, el domingo, y lo hicieron caminando. El herido, sin embargo, se quedó instalado en una cama en el refugio, moviéndose fundamentalmente para comer y cenar. El final de la aventura tuvo lugar ayer, cuando por fin el escalador herido pudo ser trasladado en helicóptero.

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