El Corinto Gijón logró una contundente victoria ante un Claret que dio muchas facilidades y que demostró el porqué de su clasificación.
Los gijoneses afrontaban el partido con bajas y dudas. Éstas las de Diego Sánchez y el Dimitrios Agathangelidis muy mermados físicamente, pero ambos en el banquillo. El Cortinto pronto se adueñó del encuentro y ya en el primer cuarto dejó claro quién iba a hacerse con la victoria en el encuentro. Los primeros diez minutos finalizaron con 10 puntos de ventaja para el cuadro gijonés, que dominó en todos los aspectos del juego. Pero si su dominio fue claro en el primer cuarto, en el segundo fue aplastante pues la ventaja lograda fue de nada menos que 19 puntos, que unidos a los diez logrados en el primero, hicieron que el Corinto llegase al descanso con 29 de ventaja y con el partido completamente decidido.
La diferencia mostrada en la cancha permitió al entrenador Vicente Álvarez reservar a sus jugadores tocados y además dar muchos minutos de juego a jugadores jóvenes, en especial al base Marcos Lago, que jugó 24 minutos, pero también a otros como Bustos y González Marín. Otra nota positiva es la reaparición de Michu tras una lesión grave y de larga duración. Su puesta a punto será muy importante para el equipo.
El peso anotador del equipo lo llevaron en este encuentro Mateo Sánchez, con 20 puntos, y Charly Suárez, con 19, y además dirigiendo al equipo durante muchos minutos. “Fue una victoria importante tras una semana difícil por las lesiones. Pero controlamos bien el partido, creo que fue el mejor desde que estoy al frente, todos los chicos han sumado, incluidos los jóvenes del equipo de Primera”, indicó el técnico Vicente Álvarez, quien no obstante considera que “cometimos algunos fallos defensivos” que espera corregir para jugar ante León.
