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Voleibol

Chema, el abuelo del Cid Jovellanos

“En Asturias falta apoyo económico y enganchar al público”, dice a sus 46 años el veterano receptor, que militó cinco campañas en División de Honor y lucha por subir a Superliga 2

Chema García, con las camisetas de algunos de sus equipos. | Marcos León

Lleva 35 de sus casi 46 años jugando al voleibol y es el más veterano del Cid Jovellanos, conjunto de la Primera Nacional metido en la pelea por subir a Superliga 2. Chema García del Valle (Piedras Blancas, Castrillón, 21-5-1976) asegura tener “la misma ilusión” de los tiempos en los que participó en “aquel tercer puesto en Copa y quinta posición en Liga con el Coral Garden”. Quiere seguir dando guerra y, por qué no, sorprender con un ascenso de categoría. “En Asturias nos falta más apoyo económico y volver a enganchar al público y a la cantera”, subraya el veterano receptor y uno de los discípulos de dos leyendas del vóley de la región: José María Arias y Joaquín Álvarez.

Por el día trabaja en una empresa de mantenimiento vinculada a una firma asturiana de telecomunicaciones. Los fines de semana suda la camiseta en el pabellón de La Arena, el mismo que vibró con los ecos de los remates de las estrellas del voleibol nacional y ahora lleva años intentando recuperar algo más que el brillo del parqué. Chema, que militó durante cinco campañas en la actual Superliga y fue compañero de jugadores del relieve de Alfonso Flores, Alexis Valido o Martell, lo ha visto todo en el vóley gijonés. “El ejemplo para mejorar a nivel masculino lo tenemos en Galicia. Allí están trabajando mejor y encontrando más apoyos”, apunta. Disfruta en el Cid Jovellanos, un equipo que busca reverdecer los éxitos gijoneses a través de mezclar juventud y experiencia. En sus filas, nombres como el de César Menéndez, campeón de España de vóley playa que llegó a estar en la lucha por participar en los Juegos. “Estoy muy a gusto y a pesar de los años me siento como uno más”, apunta el de Piedras Blancas. Le va la marcha.

Chema es también miembro de la selección española master, la misma que comparte con leyendas como el gijonés Juan Carlos Robles. “Hace poco estuvimos juntos preparando para mayo un partido en Málaga”, desliza quien saborea con orgullo la oportunidad de compartir cancha con Rafa Pascual. Ya lo hizo, por primera vez, en el emotivo homenaje del Cid Jovellanos a Juan Carlos Suárez, “Lucky”, fallecido en 2020.

A Chema le picó el gusanillo siendo alumno del colegio público José Luis García Rodríguez y fue también el voleibol el que le ayudó a formar una familia. Casado con Noemí Álvarez, quien fuera jugadora de voleibol capitana del Club Voleibol La Calzada, no esconde que le hubiera gustado que su hijo heredara afición. “Lo intentamos, pero de momento está jugando al balonmano con El Lloréu y nadando en el Santa Olaya”, apunta. El crío tiene 11 años, hay tiempo aún. Lo que más le preocupa, en todo caso, es “tener que perder sus días de partido o competición porque coincide con que nosotros tengamos nuestro partido o estemos de viaje”.

Por todo esto y “alguna cosa más” agradece el apoyo de una familia que le anima a seguir en la brecha. “En Gijón llegamos a tener cuatro equipos en la máxima categoría nacional –uno masculino y tres femeninos– y es momento de, entre todos, ayudar a volverlo a conseguir. Talento y experiencia no nos faltan”, reivindica un veterano en la pista deseoso de recuperar la mejor época.

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