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El OCB manda en la zona

El equipo azul, que ha pasado de flojear en el rebote a ser uno de los mejores, persigue ante el Huesca un triunfo imprescindible para entrar en los play-off

McDonnell y Arteaga.

El balance reboteador se ha convertido esta temporada en el mejor indicador de la capacidad de mejora del Unicaja Banco Oviedo Baloncesto. Tras unas primeras jornadas exhibiendo algo de debilidad cerca de los aros, ganando la batalla por los rechaces en uno solo de los primeros siete encuentros, el conjunto dirigido por Natxo Lezkano la ha perdido únicamente en tres de los veinte siguientes. El dominio interior es uno de los argumentos que presenta el equipo azul para derrotar esta tarde en Pumarín al colista Huesca (19.30 horas, Vinx y LaLigaSports) y mantener intactas sus aspiraciones de disputar los play-off.

La derrota en Valladolid se remonta al 10 de noviembre. Aquel día los locales abusaron en la zona, con 41 rechaces (15 de ellos ofensivos) por 25 del OCB. Fue el punto de inflexión. El cuerpo técnico hizo especial hincapié en la mejora en este apartado, y el vuelco ha sido total. Veinte partidos después, solamente el Girona de Marc Gasol supera al equipo ovetense en el total de capturas, por un escaso margen (33,7 de los catalanes por 33,6 del OCB, que está empatado con Coruña y Lleida).

Gráfico.

En la punta de lanza, Sean McDonnell, que ha ascendido hasta el quinto puesto entre los mejores reboteadores de la liga, con 6,8 por noche. Arteaga le sigue de cerca (séptimo con 6,4) y Kabasele, que se ha perdido las últimas jornadas, es 15º con 5,2. Los tres están entre los diez mejores en rebotes ofensivos, apartado en el que el Unicaja Banco Oviedo es el más destacado de la liga. Se presenta como el único que supera los 10 por choque.

El choque de esta tarde se antoja imprescindible para que los de Lezkano entren en las eliminatorias, habida cuenta del calendario que les espera, con cuatro de los seis últimos cruces fuera y tres de ellos en las complicadas pistas de Palencia, Girona y Estudiantes. El técnico confirma que “todos los partidos en casa tienen que ser finales para nosotros, esta la es. Si no ganamos se nos va a hacer imposible meternos en el play-off”. El Huesca llega virtualmente descendido, colista con solo tres triunfos (uno de ellos ante el OCB en la primera vuelta, 73-68).

Lezkano avisa contra cualquier tipo de confianzas. “Sabemos que el Huesca puede ganarnos porque ya nos ganó en la primera vuelta. Aunque creo que van a bajar, si no es esta jornada será la siguiente, o la siguiente, van a apurar todas sus opciones y es lógico”, subraya el técnico, todavía escocido por la ajustada derrota de San Sebastián pero aliviado por haber tenido una semana entera para preparar el partido de hoy.

El conjunto local tiene varias dudas. Para empezar, Kabasele, todavía en proceso de recuperación de su lesión de rodilla. El congoleño se lesionó en la rueda de calentamiento del partido de Cáceres y desde entonces no ha vuelto a pisar la cancha. Ha mejorado, es muy probable que se vista, pero su concurso no es seguro. Su reincorporación supondría un alivio para Oliver Arteaga, que está siendo exprimido más de lo que su edad aconseja. Además, Paul Jorgensen atraviesa un proceso febril y Alexis Bartolomé está pendiente de unas pruebas para delimitar el alcance de un pinchazo muscular.

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