La Vuelta siempre está en Asturias, en un matrimonio que parece permanente. El Principado le ofrece a la carrera paisajes incomparables, carreteras sinuosas y las cimas más escarpadas del ciclismo nacional y la competición ofrece a cambio un foco para mostrar las bondades de la tierra. Ayer, Javier Guillén, director de la Vuelta a España, presentó junto a Graciela Blanco, viceconsejera de Turismo del Principado de Asturias, las dos etapas que los próximos 27 y 28 de agosto se desarrollarán en suelo asturiano con una promesa: volver cada año al Principado.
Javier Guillén lleva al frente de la competición desde 2008 y encuentra en Asturias un buen fundamento para hacer cada edición más atractiva. “Entre salidas y llegadas hemos estado 110 veces en Asturias, no existe territorio con tanta presencia en la Vuelta. Y aunque hayamos estado tantas veces, Asturias no deja de sorprendernos. Este año salimos de Holanda y adelantamos el paso por el Principado (será en las etapas 8ª y 9ª) pero le damos la máxima importancia al situarlas en fin de semana”, explicó Guillén.
El mandatario se felicitó de incluir en el recorrido a Villaviciosa y Pola de Laviana, tras conocer la Vuelta en pleno covid, en una versión menos festiva, y subrayó el carácter tan completo de la carrera: “La Vuelta pasa por las grandes ciudades, como Madrid o Utrech (Países Bajos), de donde salimos este año, pero también las pequeñas poblaciones. Se ve en nuestro paso por Yernes y Tameza, el consejo menos poblado de Asturias. Esto es mágico. Somos el único evento capaz de alcanzar cualquier rincón de España”.
Para Graciela Blanco, la Vuelta “es uno de los acontecimientos deportivos más relevantes del año y proyecta la imagen de Asturias como destino turístico”. La viceconsejera agradeció el “empeño de Guillén en que la Vuelta sea mejor cada año, y en ello habrá contribuido Asturias y su Paraíso Natural. Es un escaparte incomparable para que todos se asomen a nuestro territorio e intuyan el carácter abierto y hospitalario de los asturianos”.
