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El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
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El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
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El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
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El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
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El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
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El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
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El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
Ángel González
El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
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El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
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El Entrego se volcó con su equipo, llenó el Nuevo Nalón y se fue con la tristeza de no haberlo logrado tras caer por 0-2 ante La Unión Atlético. Sin embargo, tanto los aficionados, con un comportamiento espectacular, aplaudiendo al equipo rival tras la derrota; como los jugadores, que se entregaron en el campo y que, por los méritos realizados, merecieron un mayor premio, dejaron en muy buen lugar a un club que culmina así una temporada espectacular, en la que rozaron el ascenso a Segunda Federación. Los tantos de Sergio y Belencoso para el equipo del Campo de Cartagena decantaron la balanza para otro club que, como el entreguín, arrastran una tradición minera que se notó en el campo desde antes del comienzo, cuando Nubero entonó el Santa Bárbara Bendita.
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