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El bisturí rojiblanco del partidazo de Asturias: Al Sporting le sale mal todo lo que antes le salía bien

Campuzano es atendido tras sufrir su lesión muscular. | Miki López / Marcos León

De repente, al Sporting le sale mal todo lo que antes le salía bien. No tanto por el derbi, donde ya casi empieza con el 0-1, sino por estos tres últimos partidos que han congelado muchas sonrisas y despertado algunos fantasmas. Pero, en realidad, no hay tanta diferencia entre el Sporting pre y post Mirandés. El equipo de Gallego ha pasado de no saber por qué ganaba, a no entender por qué pierde. Sus partidos, salvo momentos puntuales de la temporada, se han movido en la estrecha línea que separa el éxito del fracaso, la alegría de la pesadumbre. Hasta hace nada, la moneda caía casi siempre del mismo lado, Mariño y Djuka mediante. Con los dos baluartes en horas bajas, al Sporting se le agrietan las costuras. A un equipo fiable, que no dependa de los destellos individuales, tampoco debería de afectarle tanto un gol a los seis minutos. Con mucho tiempo por delante debería de verse la diferencia entre un aspirante al ascenso y un equipo que, en la peor racha de la temporada, parecía incapaz de ganar a nadie. Por eso es tan preocupante el partido de ayer. Porque no se adivinan recursos para desequilibrar cuando el rival se arma defensivamente. El único rojiblanco capaz de cambiar esa dinámica, Manu García, tuvo ayer un obstáculo insalvable: jugó demasiado pegado a la banda, lejos de las zonas determinantes, y por eso cuando iniciaba alguna acción prometedora acababa neutralizado por su individualismo y por el dispositivo azul. Con eso y el habitual despiste defensivo, otro derbi por el desagüe.

Aitor por Nacho.

Gallego, casi con el “once” que derrotó al Mallorca

David Gallego confeccionó una alineación que recordó mucho a la que derrotó al Mallorca por 2-0 en El Molinón, en el momento de felicidad máxima de la temporada. El único cambio respecto a aquel “once” fue la entrada de Aitor García en lugar de Nacho Méndez. La lesión de Campuzano y el resultado obligaron al técnico a recomponer el equipo.

Las alternativas

El regreso infructuoso de Guille Rosas y Gragera

Cuando el derbi ya se ponía imposible, David Gallego miró a la grada y apostó por dos de los integrantes de la “Quinta del cole”. Volvió Guille Rosas, lesionado desde el partido frente al Espanyol, en lugar de un desdibujado Bogdan. Y también Gragera, que había perdido la titularidad tras el empate a cero en casa contra el Alcorcón. Aportaron descaro y empuje, en cualquier caso insuficiente para alterar el marcador.

Un ejemplo

Pablo Pérez se rebeló contra la adversidad

Pablo Pérez volvió a ser una de las pocas esperanzas del sportinguismo para hacer frente a la fatalidad. Saltó al campo, cerca ya del descanso, arengando a sus compañeros. Y predicó con el ejemplo, disputando todos los balones que le enviaron, casi siempre en desventaja ante los centrales azules, y provocando las escasas ocasiones de peligro para la meta de Femenías. Al final no pudo disimular su frustración.

Otra lesión

Campuzano prolonga su gafe en el partido más esperado

El fichaje más esperado del Sporting esta temporada, Víctor Campuzano, sigue negado. Las lesiones le han condicionado incluso desde antes de su llegada a Gijón. Unas molestias en la rodilla que arrastraba de su etapa en el Espanyol le impidieron debutar hasta el 2 de febrero, cuando jugó los últimos minutos en Logroño. Después se perdió tres partidos y reapareció en Ponferrada, enlazando tres jornadas consecutivas, coronadas con un partido completo frente al Alcorcón, en el que desperdició las mejores oportunidades del Sporting. Nuevo parón hasta ayer, en que Gallego le dio la confianza para acompañar a Djuka en la delantera. El catalán estuvo poco participativo, hasta que en el minuto 42 peleó por un balón en la línea de fondo y, tras un centro forzado, se quedó en el suelo. No pudo seguir y se retiró hacia los vestuarios claramente afectado, tapándose la cara con las manos. Su balance como rojiblanco queda, de momento, con 316 minutos, y un puñado de dolencias físicas. Ayer, según el parte médico, “molestias en su isquio izquierdo. Queda pendiente de valoración”.

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