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Segunda División | Los equipos asturianos

Fieles a sus estilos: los números del derbi muestran las estrategias de los equipos

El Oviedo, que tiró más, ganó por poco en duelos y recuperaciones, mejoró sus números en la segunda mitad del encuentro. | El Sporting tuvo el balón aunque le costó profundizar y fue más vertical tras el paso por vestuarios

Irma Collín

Los derbis suelen ser capítulos diferentes a la historia de la temporada. De ahí que se hable de que no hay favoritos y de que es imposible predecir qué va a pasar. Pero el derbi asturiano del sábado mostró a dos equipos reconocibles. Oviedo y Sporting cumplieron en el césped con lo se esperaba de ellos. Caretas fuera. A los de Gallego se les suponía atacando la pelota y a los de Ziganda replegando filas y esperando alguna rendija. Y así fue sobre el césped. El Oviedo, mejor en las disputas, y el Sporting, con un dominio claro de la posesión, midieron sus propuestas y del choque de estilos salió un empate que no dejó satisfecho del todo a nadie.

El Oviedo no salió del todo contento por varias razones: por jugar en casa y por recibir el mazazo del empate a los 83 minutos. También queda la sensación en la casa azul que el triunfo estuvo muy cerca. Y algunas cifras del derbi corroboran esa idea. Por ejemplo, el Oviedo tiró más que el Sporting: 8 a 6 en tiros totales y 4 a 3 en los que fueron a puerta.

La sensación tras el choque es que el derbi se le había hecho un poco largo al Oviedo, sometido en el segundo tiempo por su rival. Sin embargo, los números del choque dicen que los azules mejoraron tras el descanso. Por ejemplo, los de Ziganda recuperaron más balones en el segundo acto, 34, que en el primero, 23. Otro detalle llamativo: también dieron más pases en el último tercio del campo tras el descanso, 34 a 22. En todo caso, el Oviedo dominó, por poco, las disputas: 54 a 53 en duelos y 57 a 53 en recuperaciones.

El Sporting salió del derbi con un discurso uniforme: no estaban satisfechos porque buscaban la victoria. Los de Gallego repitieron la fórmula de la temporada, con balón (el 62,8% de la posesión) y muy superior en el pase, 474 por los 250 de los azules. Pero los envíos pecaron en muchas fases de inofensivos.

Sí se observa en los datos del partido un cambio claro de estrategia tras el descanso. Los de Gallego se convirtieron en el segundo acto en un equipo más vertical, que sobó menos la pelota en su propio terreno de juego. El Sporting completó con éxito 206 pases en su campo en la primera parte, mientras que en la segunda solo dio 111. En cuanto a los pases en el terreno de juego del Oviedo pasó de 67 a 90 tras el descanso. Y los envíos en el último tercio del campo crecieron de 20 a 38. La versión más vertical le acercó a un empate que se cocinó entre Villalba y Djuka.

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