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Juan Carlos Ablanedo, Toni Fidalgo y Esteban Suárez, reunidos en una sidrería avilesina. | F. L. J.

Duelo de "gatos" en terreno neutral

Esteban, exportero del Oviedo, y Ablanedo, exguardameta del Sporting, se reúnen en Avilés para recordar sus derbis: "Lo mejor siempre es el ambiente"

Entre los dos exporteros totalizan veintiséis derbis asturianos disputados, veinte en la hoja de servicios del sportinguista Juan Carlos Ablanedo en el periodo comprendido entre 1984 y 1999 y los otros seis en el historial azul de Esteban Suárez, de los cuales dos se jugaron con los equipos en Primera División y los otros cuatro, en Segunda. "He vivido como jugador otros derbis por excelencia del fútbol español, como el sevillano y el madrileño, y siendo cierto que con partidos especiales nada es comparable a jugar un Oviedo-Sporting sintiendo los colores del club como era mi caso. Eso es algo brutal, como un sueño que tienes de niño y un día lo ves cumplido", relata Esteban. "Sabes de la ilusión con que la afición espera estos partidos; sabes, por más tópico que parezca, que en juego hay más que tres puntos; y sabes de la mucha intensidad y la pasión que habrá en el campo... Y por todo eso deseas ganar", dice Ablanedo. Uno y otro coinciden: "Lo mejor del derbi asturiano es el ambiente que se crea alrededor, ese come-come que empieza muchos días antes".

Ablanedo, que defendió la portería del Sporting entre 1984 y 1999, y Esteban, que hizo lo propio en el Real Oviedo en dos etapas (1997-2022 y 2014-2017), se conocieron en persona hace pocos días a iniciativa del avilesino Toni Fidalgo, que fue adjunto a la presidencia de la Liga de Fútbol Profesional y presidente del Real Oviedo. Ambos exfutbolistas tienen en común lucir en su palmarés la condición de campeones de Europa sub-21: Ablanedo lo logró en 1986, Esteban en 1998. También comparten el hecho de haber formado parte en algún momento de su carrera de la selección española de fútbol (Ablanedo, de hecho, estuvo en dos Mundiales, México-86 e Italia-90).

Esteban, que admite a las primeras de cambio su admiración por Ablanedo, apunta a una notable diferencia en el curriculum de ambos porteros: "Ablanedo ganó tres trofeos ‘Zamora’, y lo hizo jugando en el Sporting. ¡Ahí queda eso!". La reunión en territorio neutral avilesino del "Gatu Ablanedo" y del "gato carbayón" se produce a pocos días del derbi y ninguno se sustrae al deseo de que gane su respectivo equipo, pero la cortesía va por delante y las buenas formas son las que mandan. Toni Fidalgo, el anfitrión de la cita, hace de notario mudo, por más que su simpatía por el Real Oviedo sea conocida y manifiesta.

"Estos partidos tienen que ser la gran fiesta del fútbol asturiano. Y las aficiones, lógicamente volcadas con sus equipos, son las que tienen que darle ese naturaleza al evento", expresa Ablanedo. Esteban, por su parte, se congratula de que las respectivas nuevas directivas del Real Oviedo y el Sporting hayan mandado señales de reconciliación y se pase página a la última etapa de malas relaciones. "Sería muy importante recuperar el clima de concordia. Un Oviedo-Sporting es un partido que los padres queremos ir a ver con nuestros hijos, sea en un campo o en otro, para disfrutarlo en paz en la grada", defiende Esteban.

Una reválida

Ya en el plano puramente deportivo, Esteban dice confiar en que Cervera –el entrenador del Real Oviedo– sabrá plantear el partido para lograr los tres puntos porque "este tipo de partidos es importante ganarlos y fundamental no perderlos". Ablanedo se acoge a la consabida coletilla de "en los derbis puede pasar de todo" para anticipar un triunfo rojiblanco, y añade que "la intensidad dentro y fuera del campo, la presión el día mismo del partido y en los anteriores, es tanta que importa poco la progresión que cada equipo lleve en Liga. Lo normal es salir a jugar agarrotados y más preocupados de evitar fallos que de generar aciertos. Por eso será determinante para el desenlace final de derbi qué equipo logre jugar más ‘suelto’, más liberado".

Echando la vista atrás a sus vivencias de derbis, Ablanedo evoca como uno de los "momentazos" con los que se queda con "un penalti que le paré a Oli en El Molinón". Y Esteban trae a colación su primer derbi: "Era como un examen de reválida: si eres portero y la pifias en un derbi –y no digamos en tu primer derbi– eso te acompaña para el resto de tu vida. Afortunadamente ganamos 1-2".

Lo que Ablanedo quizás no recuerda, o al menos no ve necesario referir como un hecho significativo de su experiencia como participante en veinte derbis, es que su último partido en Primera División lo jugó el 15 de marzo de 1998... contra el Real Oviedo en el Carlos Tartiere. Ganó el equipo azul (2-1) y en la portería de los carbayones estaba Esteban. Entonces los "gatos" sacaban las uñas.

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