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Demasiadas pocas faltas

En partido aplazado, un miércoles y a las 18:30 horas, en horario impuesto por las televisiones, que son las que mandan, el Sporting salió al campo dispuesto a ganar, como siempre, pero si en el equipo titular hay 8 ó 9 reservas y una alineación inédita, lo normal, salvo milagro, es que acabes perdiendo.

El Barcelona, por el contrario, salió con todo, sin rotaciones, a pesar de jugar muchos más partidos que los de casa a lo largo de la temporada y de haber jugado el domingo pasado; el Sporting lo hizo el viernes.

Tras el 0-1 de Messi, el Sporting hizo la mejor jugada del partido y un gran pase de Álex Menéndez fue rematado por Carlos Castro, que en el área siempre se mueve muy bien.

Poco duró la alegría, pues al poco Messi, hizo el 1-2; creo que hubo un fuera de juego inicial que el linier no pitó.

En la segunda parte, Halilovic hizo una gran jugada y fue derribado en el área pero de un penalti no pitado se pasó a otro que el árbitro no dudó, a favor de los catalanes, pero Cuéllar le paró el tiro a Suárez, aunque luego nada pudo hacer ante un gran disparo del uruguayo, que hizo el 1-3 definitivo.

El Barcelona jugó demasiado cómodo ante un Sporting que planteó el partido a la defensiva e intentar el contragolpe, pero le faltó mucha más presión y morder al contrario, pues no recuerdo otro partido del Sporting con tan pocas faltas.

El árbitro perjudicó al Sporting todo lo que pudo; el azulgrana es un equipo que cuenta con grandes jugadores y no debería necesitar de este tipo de ayudas ante equipos modestos, pero, por si acaso, ahí estaba de Burgos Bengoetxea para echar una mano.

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