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La competición carece de sentido sin aficionados

Sobre el regreso de la Tercera asturiana disputándose los partidos a puerta cerrada

Después de tres fines de semana sin fútbol en Tercera, se reanudó la competición, aunque sin público. Esperemos que esta situación no se alargue, pues tiene poco sentido que en un espectáculo cuyo fin es entretener al espectador, al final éste no esté presente.

Además, en esta categoría, donde se mueven importantes cantidades de dinero, son los aficionados los que mantienen los equipos con sus aportaciones a través de entradas, rifas, gastos en el bar, etc. Por otra parte, estamos los socios, que somos una parte importante en la economía de los clubs, y que pagamos unos recibos para ver unos encuentros de los que se nos está privando. Por todo ello, como socio y aficionado, creo que no se deberían celebrar encuentros sin público en Tercera. Otra situación muy diferente es la del fútbol profesional, en el que son las televisiones las que aportan la mayor parte de los presupuestos y donde los aficionados pueden seguir las evoluciones de sus equipos a través de la pequeña pantalla y los sponsor ver amortizada su contribución económica.

Esta jornada volvió a estar marcada por el aplazamiento de dos encuentros, el de La Corredoria, que debía enfrentar al Urraca y al Condal, y el del Pepe Quimarán entre Llanera y Praviano. Estos aplazamientos nos dejan unas clasificaciones poco reales en los dos grupos, al haber equipos que disputaron tres encuentros, otros dos y nada menos que cinco solo un partido. A medida que se vayan celebrando los aplazados, la clasificación irá cambiando.

De los ochos encuentros jugados, lo más llamativo es que en cinco hubo algún expulsado, lo que marcó el resultado final. En El Bayu, el Valdesoto sumó sus primeros puntos en el regreso a la categoría al vencer al Siero, que jugó 80 minutos con uno menos, un choque de rivalidad que a buen seguro habría hecho disfrutar a la afición visitante. En Las Tolvas, el Titánico refrendó la buena imagen de la primera jornada en Noreña y venció al Tuilla, uno de los llamados a luchar por el primer puesto de su grupo y que sumó su segunda derrota consecutiva, aunque para ello también fue decisivo que el conjunto de El Candín jugase 55 minutos con un hombre menos. Otra expulsión decisiva fue la del portero de L’Entregu a los 18 minutos, lo que permitió al San Martín llevarse el derbi.

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