La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: El notable y el bochorno

Los azules no tuvieron milagro dominical a pesar de los goles fantasma y en Gijón celebran los aciertos del rival en una temporada nefasta para los rojiblancos que acabaron a tres puntos del descenso

Aficionados del Sporting durante la protesta contra la gestión del club rojiblanco MARCOS LEON

En este “fúrgol” donde desde el 3-3 del Oviedo en casa ante el Zaragoza es mejor empatar que ganar, Asturias seguirá siendo de Segunda la próxima temporada. Los azules no tuvieron milagro dominical a pesar de los goles fantasma. El Ibiza plantó cara, pero pudo más la ambición local. El problema fue que en otros campos no se dio como debía darse la cosa. De todas formas, los del Cuco se merecen un notable: estuvieron vivos hasta el último minuto del curso. Queda por ver lo que ocurrirá con el próximo proyecto. Cuando el tema funciona suele haber pesca de arrastre y salidas no deseadas dado cómo ha destacado alguno de los pilares del proyecto.

Lo de Gijón estaba claro, con la tropa con la cabeza puesta en otras cosas, aunque celebrar los goles del rival en una temporada nefasta para los rojiblancos es un ilustrativo cierre a un año esperpéntico: a tres puntos del descenso. Luego está lo de las protestas contra la gestión de Javier Fernández. El movimiento de las bufandas verdes y amarillas ha resurgido. Los que saben de esto tendrán que decir si con fuerza o de manera testimonial para en unos días regresar al congelador.

Sea lo que sea, no parece que la cosa vaya a cambiar mucho. La propiedad privada tiene la pega de que el dueño vende cuando quiere y a quien quiere. Pero el desgaste es evidente y la paciencia anda bajo mínimos, por lo que bien estaría que el próximo proyecto, el de la tricefalia Abelardo-Javi Rico-JF, arranque firme y con pocas pijaes. De mano, todo indica que habrá un intento de limpiar el vestuario, con contrato o sin él, para que el bochorno de ayer y de todo el año no se vuelva a repetir. Veremos.

Compartir el artículo

stats