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José Víctor Fernández

Dos grandes en apuros

Se rescatan declaraciones de Álvaro Cervera en las que afirma que lo importante del fútbol es ganar. Que sus sesiones de trabajo van encaminadas a eso. O sea, que en dos saques de esquina en un mismo partido no te hagan dos goles entrando por el primer palo. Uno por cada uno de los lados. Porque si te logran hacer eso los contrarios lo más probable es que los puntos se los lleve el otro equipo y que sea de tu propio campo hace el trance todavía más penoso.

Sumemos a eso que el equipo lleva el más pobre balance goleador de la categoría y la fotografía de situación está bastante perfilada, en blanco y negro. Algo ha fallado desde el principio porque la plantilla no es, en teoría, peor que la de la pasada temporada. Pero hay que confiar en que solo se lleva un cuarto de Liga y no hay que caer en dramatismos. Se ha tomado la decisión de cambio de técnico sin demorarla por si galgos o podencos, y ahora a don Álvaro compete reencontrar el camino que a este Oviedo y a su afición le corresponde.

Mientras llega la ventana de refuerzos invernales habrá que tirar de la plantilla disponible, y entre esos efectivos utilizables no se encuentran, lamentablemente, ni Borja Sánchez, recaído de su lesión muscular, ni Koba, con similar dolencia. Mucha calidad que se queda en la enfermería. Y esta dificultad le llega con la visita de otro grande en apuros, el Málaga, que ha recurrido al sabio Pepe Mel para salir de parecido aprieto. Miraban al ascenso y sienten la cercanía de los últimos puestos. Ahí llegan, exprimiendo la peligrosidad de Rubén Castro como goleador… a sus 41 años.

Don Álvaro tiene entre sus cartas a Borja Bastón, al igual que el canario con tres goles en su haber (dos de penalti), que ni está en racha ni tampoco le favorece la crisis creadora del equipo. En fin, duelo de sabios en los banquillos y de goleadores en las áreas. Dos grandes equipos en apuros.

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