La opinión sobre el Oviedo-Sporting: Unidos por la nada

Pues ya está, se acabó. Finiquitado el primer derbi de la temporada a la espera de cómo será de larga la resaca, si es que la hay, para los dos grandes de la madreñina «furgolística», toca pasar página y entretenerse a lo largo de la semana con otra cosa –¿con el «Grand Prix» renove de Ramontxu, por ejemplo? ¿O con una serie de zombis?– para oxigenar cuerpo, mente y alma. Todo vale si sirve para pasar el trago del espectáculo visto en el Tartiere. Nada que no estuviera previsto. Lo peor tuvo lugar antes del partido, cuando algún hermano, primo o sobrino de «Copito de Nieve» apedreó el autobús del Sporting justo justo en la primera ocasión desde el regreso de los derbis en que la Policía decidió levantar la mano. Luego habrá lamentos y lloros. Como siempre, pagarán justos por pecadores. Pero esto es lo que hay, amiguinos y amiguinas.

En cuanto al «chou» de los del Almirante y MAR, con #hashtag o sin él, a más de uno le llamó la atención en la previa la cantidad de aficionados de la casa azul con la camiseta de Santi Cazorla. ¿Y en el campo? Pues complicado destacar nada para poder irse a la cama con una sonrisa en los labios. Pasión en la calle y en la grada, y pie duro en el campo. En la primera parte, ni los córneres, lo único destacable durante 40 minutos, valieron para nada. Los precios de las almohadas y los cobertores para echar un pigacín ante lo que se estaba viendo se dispararon ante la demanda. Quedaba para la fantasía-sueño húmedo que el paso de los minutos y el cansancio permitiera ver algo de fútbol, dominado por los seis centrales que Cervera y Ramírez pusieron sobre el verde. Pero ni con esas. Solo un dato: en el minuto 65 el número de ocasiones era de cero para el Oviedo y una para el Sporting.

El miedo se come el derbi asturiano: empate insulso entre Oviedo y Sporting (0-0)

Y así acabó un partido en el que los rojiblancos sumaron su primer punto fuera, pero demostrando que siguen sin saber lo que es ganar un derbi. En cuanto al Oviedo, los azules jugaron a lo que ordenó el Almirante y acabaron sin rasguños, pero también sin arañar. El reparto de puntos cumplió con la tradición, con uno de los resultados más repetidos en los derbis: nada a nada, que es lo que ahora mismo une a la élite «furgolística» del Principado. Y encima, en directo para toda España. Honor y gloria para el encargado de hacer el resumen de las mejores jugadas para la televisión. Todo muy guapo, rico, abundante y con las entradas a 70 pavos. La nada más cara, ¿oyisti, güey? 

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