Oviedo, Javier CUARTAS

Ramón Forcada Gallo, director de análisis de la división de tesorería y mercado de capitales de Bankinter, asegura que la Bolsa aún es una inversión interesante y que se está dramatizando en exceso la subida de tipos de interés. Forcada, economista y titulado por IESE, participó en Oviedo en un seminario sobre innovación y Bolsa.

-¿Cuál es su previsión macroeconómica para 2007?

-Prevemos un escenario benigno, pero menos dinámico que en 2005 y 2006. La economía mundial crecerá por encima del 5 por ciento, seguirá la creación de empleo, los tipos de interés en EE UU creemos que ya han acabado su ajuste al alza y quizá el próximo movimiento será a la baja, y en la UE entendemos que aún nos quedan dos subidas, de un cuarto de punto cada uno, de forma que, de aquí a junio, los tipos pasarán del 3,5 al 4 por ciento. Pero los tipos seguirán, pese a ello, en unos niveles históricos bajos que no dificultarán el crecimiento económico. Los beneficios empresariales van a seguir siendo buenos, pero tendrán menos visibilidad porque se compararán con los últimos años, que fueron excepcionales. Tendremos que acostumbrarnos y éste es el motivo por el cual el arranque de la Bolsa este año está siendo algo confuso.

-¿Y los movimientos corporativos?

-Las fusiones y adquisiciones cobraron un ritmo inusitado en los últimos tres años. Van a seguir produciéndose. Por tanto, las referencias de precios serán altas. La nueva contabilidad internacional abarata estas operaciones y los bajos tipos de interés favorecen su financiación. Además, hay liquidez y estamos aún en una fase expansiva mundial. En los últimos doce años, aunque haya habido algún período menos fácil, ninguna economía de referencia entró en recesión, y la presión del dinero se nota en el mercado.

-¿Qué hará la Bolsa?

-Los potenciales de revalorización seguirán siendo atractivos, aunque menos exultantes que en 2005 y 2006 porque no cabe esperar que haya muchos años seguidos con crecimientos del 30 por ciento. Pensamos en índices de revalorización del 12 al 18 por ciento. El Ibex-35 seguirá siendo un índice muy atractivo, en contra de lo que creen otros analistas. Nuestra previsión es coherente con que, si bien la economía de EE UU está creciendo menos, las economías de la UE y Japón están compensándolo con un mayor crecimiento y con que los tipos de interés van a seguir estando bajos. Tampoco vemos la inflación como un problema estructural que obligue a subir los tipos.

-¿Cuáles son sus mercados favoritos para invertir?

-El Ibex, en España, y también la Europa del Este, India y EE UU. Excluimos Latinoamérica de nuestras recomendaciones. En EE UU va a haber un momento interesante cuando la Reserva Federal baje los tipos del 5,25 por ciento. Probablemente, los bajará hasta el 4,75%, aunque no será inmediato. Cuando bajen los tipos en Estados Unidos habrá un «rally» de Bolsa en ese mercado y una caída del dólar, aunque ésta no será dramática.

-Se apreciará más el euro.

-El euro va a ser una moneda fuerte en 2007 y 2008. Y Japón debería remontar del 0,25% al 0,75% sus tipos, aunque va a tratar de retrasarlo para no afectar a las exportaciones y que ello no perjudique su recuperación. Creemos que el dólar irá hasta 1,40 euros.

-Pero eso va a penalizar las exportaciones de la «eurozona».

-Sí, pero por eso EE UU va a esperar a que la economía de la UE consolide su recuperación y a que ellos pueden permitírselo, y para eso deben disipar antes cualquier riesgo de inflación. El Banco Central Europeo (BCE) va a seguir utilizando el temor a la inflación a largo plazo para subir algo más los tipos. Lo que busca el BCE es subir tipos para llegar a un nivel tal de confort que le permita tener margen para poder bajarlos si fuese necesario para dinamizar la economía.

-¿No se está dramatizando en exceso en España con las últimas subidas de los tipos?

-Sí. El actual nivel no es dramático. Un 4 por ciento sería perfectamente soportable en una Europa con una inflación del 1,9%, y más cuando la economía está creciendo. Si España tuviese una política monetaria autónoma, lo suyo es que tuviese tipos de interés más altos que los actuales porque estamos creciendo por encima de la media de la UE y tenemos más inflación.

-¿Y el endeudamiento inmobiliario?

-Se dice que hay mucho, pero hay que recordar que nuestro patrimonio inmobiliario también se ha revalorizado. Lo que importa, por tanto, es el endeudamiento neto. Las cifras absolutas no dicen nada. Hay más deuda, pero nuestros bienes inmobiliarios también se han revalorizado. No diría lo mismo con tipos por encima del 8 por ciento. La variable clave es el empleo. Y se está generando empleo porque la economía española está creciendo al 3,7 por ciento. Por eso soy más condescendiente con el endeudamiento. Y la liquidez está empujando al mercado de forma clara.