Oviedo, L. G.

El consumidor doméstico medio gastará este año en el recibo de la luz unos 665 euros, tras la subida (2 por ciento) que ha supuesto la aplicación, desde el día 1 de julio, de la nueva tarifa de último recurso (TUR), un precio regulado que sustituye al sistema tarifario actual coincidiendo con el avance en el proceso de liberalización del mercado eléctrico. España ha encadenado, así siete años de incrementos del precio de la luz, más intensos después de 2005. Desde entonces, la factura ha subido del orden de un 32 por ciento, unos 160 euros para un hogar asturiano tipo.

La cuenta está basada en los precios de las tarifas publicadas en su momento por el «Boletín Oficial del Estado» (BOE) y teniendo en cuenta que el consumidor más común en Asturias reúne las siguientes características: gasta unos 3.800 kilovatios al año, tiene un equipamiento eléctrico convencional que incluye cocina vitrocerámica y dispone de suministro de gas natural para la calefacción y el servicio de agua caliente.

En esas condiciones, en 2005 (justo antes de la primera subida importante de los últimos años), el gasto anual del citado hogar rondaba los 505 euros, incluidos los tributos que gravan el consumo (impuesto especial sobre la electricidad y el IVA, del 16 por ciento). Con los precios recién aprobados para la llamada TUR, el mismo consumo anual implica ahora un coste de 665 euros.

La subida de 2006 (un 5,9 por ciento de media) marcó el inicio de una etapa distinta en los precios de la electricidad en España. Las instrucciones de la UE para reformar el mercado y el multimillonario déficit acumulado durante años por el sistema de tarifa eléctrica -debido al desfase entre los costes reales del sistema y lo que pagaban los consumidores industriales y domésticos- llevaron al primer Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a elevar la tarifa para contener la deuda con las compañías.

La nueva tarifa de último recurso se elabora ya con criterios semejantes: evitar que suba el déficit, enjugar en los próximos años (hasta 2013) el desfase histórico acumulado y hacer que el precio de la luz se ajuste a los costes efectivos. La TUR se revisará al menos cada seis meses y subirá o bajará según lo hagan el petróleo y el gas natural.

Potencia y consumo

La factura eléctrica está dividida en dos partes o términos: una cantidad fija correspondiente a la potencia contratada y una cantidad variable según los kilovatios consumidos. A eso se añade el gasto por el alquiler de contador y los tributos (impuesto especial sobre la electricidad e IVA del 16 por ciento).

Factura mensual

Desde finales de 2008, por indicación del ministro de Industria, Miguel Sebastián, el recibo de la luz es mensual en lugar de bimestral. La lectura de los contadores se sigue haciendo cada dos meses. Por ello, la facturación se hace en parte mediante una estimación que luego se ajusta con las lecturas reales de consumo.