Bobes (Siero),

Marián MARTÍNEZ

¿Quiere dar un paseo en bicicleta en un entorno rural y no se atreve con las cuestas? ¿O ir en bicicleta a trabajar, pero no puede porque llegaría sudando? Pues con la Mov-e bike no tendrá esos problemas. Se trata de una bicicleta eléctrica que se adapta a las características del recorrido y de su usuario, desde el peso hasta la rapidez del pedaleo. El prototipo lo está desarrollando la empresa Mov-e, constituida por las compañías asturianas Temper y GAM para impulsar la movilidad sostenible o transporte «verde» en cualquiera de sus variables.

La Mov-e bike pesa 22 kilos y tiene una autonomía de entre 50 y 60 kilómetros, tomando como referencia una persona de complexión normal y una velocidad media en un trayecto regular. Su batería, de ion-litio, se carga en cuatro horas, pero en una hora y media ya está lista al 80 por ciento. Es robusta y fácil de manejar. Y no es una moto. Si no se pedalea, no se mueve. El precio de salida del modelo más básico estará entre los 1.500 y los 2.000 euros la unidad.

El objetivo de Mov-e es iniciar la implantación de la bicicleta eléctrica «made in Asturias» el próximo verano en ciudades y parajes turísticos de la región de la mano de ayuntamientos y mancomunidades. A día de hoy ya se ha negociado con más de medio centenar de municipios españoles.

Adriano Mones Bayo, del grupo Temper, es el consejero delegado de Mov-e, cuyo principal valor añadido es que entrega al cliente su transporte «verde» mediante un proyecto que en el caso de las ingenierías se denomina «llave en mano». Es decir, los expertos de la compañía elaboran el proyecto para saber, según lo que quiere el cliente, qué es lo que necesita. A partir de ahí, realizan un estudio de viabilidad, qué tipo de vehículo es el que mejor se adapta a la demanda y al entorno, la flota que necesita, los puntos de recarga y hasta el mantenimiento y servicios auxiliares.

El ingeniero alemán Bert Wiegel es el director de proyecto y responsable del desarrollo de la tecnología vinculada al vehículo eléctrico, sea un coche o una bicicleta. «Contamos con la experiencia, una base amplia de tecnología, el servicio y la red», señala la empresa.

La compañía está ahora volcada en la bicicleta de pedaleo asistido. En los grandes centros comerciales y centros especializados se pueden adquirir ya vehículos de estas características, pero lo que distingue a la que desarrolla Mov-e es la innovación tecnológica que permite la adaptación a distintos usos. «Permitirá superar barreras a las personas de movilidad limitada, porque según para qué necesite esta bicicleta, se le adaptará», explicó Bert Wiegel.

Su manillar tiene un panel de mandos en el que se indican desde la situación de carga de la batería hasta las opciones de uso en función del terreno por el que vaya a circular.

Sergio Riva es el responsable del área de desarrollo de negocio y trabaja codo con codo con Arantxa Aranda, que se encarga de la gestión comercial, y Sara Martínez, ingeniera y responsable de los proyectos de implantación.

Para su implantación «se piensa inicialmente en las administraciones públicas» (ayuntamientos y mancomunidades para uso de vecinos, turistas y trabajadores públicos) y «luego en las empresas», para, «en un segundo estadio, llegar a los particulares», explicó Mones. Eso sí, la Mov-e bike no está pensada para los amantes y practicantes del ciclismo. «Es para quien quiere moverse pedaleando pero sin esforzarse», insiste Riva.