Madrid / Oviedo, Agencias

Las familias y pequeños negocios entrarán en 2011 con una subida del recibo de la luz del 9,8%, la mayor desde 1983. Y otro incremento del 4% en el gas natural añadirá más dígitos al sobrecoste energético que los españoles afrontarán en otro año de crisis. Pese a los llamamientos de las organizaciones de consumidores, el Gobierno ha seguido adelante con el encarecimiento de la factura eléctrica, ante el aumento de los precios de los combustibles y el enorme desfase económico que arrastra el sistema.

La Comisión Delegada de Asuntos Económicos acordó ayer ambas subidas de los suministros energéticos a partir del 1 de enero. Finalmente, no hubo decisión política como la que, el pasado julio y ante el inminente aumento del IVA, congeló el precio de la luz para los consumidores adscritos a la llamada tarifa de último recurso (TUR), la inmensa mayoría de los hogares y miles de pequeños negocios de autónomos. El riesgo de cebar aún más la bomba del «déficit tarifario» (deuda reconocida con las eléctricas por el desfase entre gastos e ingresos: 20.000 millones) llevó al Gobierno a trasladar a los consumidores buena parte de los sobrecostes que, se prevé, tendrá la luz a partir de enero, sobre todo el impacto del encarecimiento de los combustibles en la producción de energía.

Sobre el papel, el Gobierno iba a congelar la parte regulada del recibo (aproximadamente el 50% de la factura) y repercutir sólo el encarecimiento de la energía producida, que se fija mediante una subasta entre las eléctricas. Sin embargo, Pedro Marín, secretario de Estado de la Energía, señaló que cerca de un tercio de la subida (tres puntos porcentuales) se debe a costes relacionados con el decreto que prima el uso de carbón nacional en las térmicas y que el Ejecutivo decidió ante las dificultades del sector minero. Marín cifró el coste de ese decreto en cerca de 600 millones. El incremento del recibo llega a pesar de que el Gobierno acaba de aprobar un recorte de subvenciones a las energías renovables. Su coste explica en buena medida el fuerte aumento de la luz en el último lustro.

El Gobierno encargó a Marín, secretario de Estado, las explicaciones públicas sobre la luz. Algo más de un tercio de la subida lo achacó al coste energético, un tercio al decreto del carbón y el resto (casi tres puntos) a «un cambio en las pautas de consumo consistente en un desplazamiento de la demanda de horas valle hacia horas punta». Según esta versión, los españoles estarían consumiendo más en las horas de mayor demanda de energía, cuando es más cara de producir.

Pedro Marín remarcó que la luz no costará más para tres millones de españoles que disfrutan del «bono social». Y quiso enfatizar también que la subida tampoco afecta en teoría a los consumidores que contratan la luz en el mercado libre. Sin embargo, la mayoría de estos contratos están referenciados al precio de la TUR.

El Gobierno echó otras cuentas ayer que no concuerdan con las de las organizaciones de consumidores ni con las recogidas en el sector. Según el Ejecutivo, la subida media para los hogares se quedará en 38,4 euros al año. Según los colectivos de consumidores, rondará 60 euros. Conforme a los datos que facilita la calculadora de precios de la Comisión Nacional de Energía (CNE), el incremento puede ser inferior a 40 euros para quienes consuman 2.000 kilovatios/ hora al año. El consumo medio de un hogar español se acerca a los 4.000 kilovatios, según el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético.

Sí tendrá menos impacto la revisión de precios del gas natural. Este suministro se encarece una media del 3,9%: 4,1% para los usuarios de la tarifa T-1 (la de menor consumo, usuarios sin calefacción) y el 3,87% para los de la T-2.

Colectivos de consumidores y autónomos dieron la alarma ayer por el impacto del incremento de la luz en los hogares. En Asturias, el secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Javier Fernández, subrayó que, ante la escalada del petróleo, la subida de la luz resulta «inevitable» tanto en España como en el conjunto de la Unión Europea.