Oviedo

Asturias figura por tercer mes consecutivo en las posiciones de cabeza de la recuperación industrial. Las cuentas que ayer divulgó el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre lo acontecido el pasado febrero vienen a reforzar la tesis de que la industria asturiana está ganando actividad, sobre todo la más abierta a los mercados exteriores. La producción aumentó un 10% interanual, favorecida además por una mejora en el sector energético.

Los resultados del índice de producción industrial (IPI) llegan después de que la evolución del crecimiento en 2010 y los últimos datos sobre el paro señalaran que el sector secundario está tirando de la economía regional. Según los números del INE, esa misma situación se está dando en buena parte del país. De hecho, la producción industrial subió en febrero en 14 de las 17 autonomías. Cantabria registró el avance más intenso (14,2%), seguida de Asturias (11,2%).

El avance de la industria asturiana no es uniforme y está teniendo un efecto limitado en el empleo, según dan a entender otros indicadores e informes de coyuntura. La información reunida por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI) muestra que la recuperación es más consistente en las factorías dedicadas a los bienes intermedios (producciones para otras industrias), actividades que conforman el corazón del sector asturiano y de sus exportaciones, casos de la metalurgia (Arcelor, Alcoa, Azsa...) y las fabricaciones químicas (Du Pont, Ence...). En cambio, otras actividades que dependen más del consumo interno presentan un dinamismo menor. Según datos de SADEI referidos a finales de 2010, la industria agroalimentaria regional está en niveles de actividad algo inferiores a los de meses anteriores.

El sector energético recupera actividad al reanudarse la producción de las térmicas de carbón, aunque sigue a menor nivel que antes de la crisis. El Principado informó ayer de que las emisiones de CO2 de la industria bajaron en 2010 y que, por ello, la región cumplió los niveles exigidos por el Protocolo de Kioto. Fue debido al menor funcionamiento de las térmicas el pasado año.