Oviedo, Javier CUARTAS

La familia asturiana Argüelles acaba de vender el 85% del Banco Alcalá, con sede en Madrid, al Grupo Crèdit Andorrà, líder del mercado financiero del Principado de Andorra. Los Argüelles, con casi un siglo de tradición bancaria -que arrancó en 1916, cuando participaron en la refundación y españolización de Banesto, constituido con capital francés en 1902-, continuarán en el consejo y accionariado del Alcalá, aunque en dos años podrán ejercer, junto a otros socios minoritarios, un derecho de venta del 15% restante al banco andorrano en las mismas condiciones de precio que las actuales, que no fueron desveladas. En los próximos días se procederá a una renovación de los órganos de administración del Banco Alcalá para dar entrada al nuevo accionista hegemónico.

El Banco Alcalá, especializado en gestión de grandes patrimonios, carteras de inversión y fortunas familiares, fue constituido por la familia Argüelles en marzo de 1989, inmediatamente después de que su principal impulsor, Jacobo Argüelles Salaverría, fuese destituido como consejero y director general de Banesto por Mario Conde, cuya controvertida gestión como presidente del Banco Español de Crédito encontró en los Argüelles uno de sus principales reductos opositores.

A la defenestración de Jacobo Argüelles del consejo de Banesto siguió el desalojo de la familia del resto de cargos que ocupaban históricamente en diversas compañías participadas por el banco, caso, entre otras, de la aseguradora La Unión y el Fénix y de Asturiana de Zinc (AZSA), de la última de las cuales era consejero y director general Pedro Argüelles Salaverría, actual presidente de Boeing España.

Con la adquisición del 85% de la institución financiera madrileña, Crèdit Andorrà, un grupo especializado en el mismo tipo de banca que el Alcalá, logra su implantación en España y prosigue con la expansión internacional en la zona euro que inició en abril con la compra de la Banque BPP, de Luxemburgo.

Tras su incorporación al Grupo Crèdit Andorrà, Banco Alcalá seguirá prestando «servicios de gestión global de patrimonios para clientes privados e institucionales», informó la entidad pirenaica.

La primera decisión del nuevo accionista de referencia ha sido la inminente apertura de una oficina en Barcelona del Banco Alcalá, que hasta ahora desarrollaba todo su negocio en España exclusivamente desde Madrid.

El nuevo consejo de administración del Banco Alcalá, que tomará posesión en los próximos días, estará presidido por Diego Fernández de Henestrosa Argüelles, primo de los Argüelles Salaverría, y con anterioridad consejero y director general del banco. La vicepresidencia la desempeñará Josep Peralba Duró, consejero delegado del Crèdit Andorrà. Y la dirección del negocio la asumirá Frank Martínez en calidad de consejero delegado y primer ejecutivo del banco. Jacobo Argüelles continuará vinculado y apoyará a la nueva dirección como presidente de la gestora de instituciones de inversión colectiva Gesalcalá.

Con más de 60 años de historia, Crèdit Andorrà es el grupo financiero líder de Andorra, donde posee una cuota de mercado del 36% en el tipo de negocio de banca que practica. La entidad gestiona un volumen de negocio de 12.270 millones de euros (2010) y es líder del sector en recursos propios, recursos gestionados, volumen de negocio, inversión crediticia, solvencia y beneficios. Con una fortaleza y capitalización elevadas (15,44% de «Tier1», ratio de capital de máxima calidad), un índice de solvencia del 18,81% y una tasa de liquidez del 54,68%, se sitúa ampliamente por encima de la media de los bancos europeos y estadounidenses en esos parámetros.

Con esta operación el Grupo Crèdit Andorrà pasa a estar presente en siete países: Andorra, España, Suiza, Luxemburgo, México, Panamá y Uruguay.

El Alcalá nació con la participación mayoritaria de los Argüelles, que ampliaron en 1997 hasta el 90% cuando adquirieron los paquetes accionariales que poseían en origen Enrique Aldama y José María López de Letona. En los primeros años noventa compraron dos bancos (el Granada y el Jerez) con la intención de competir en banca minorista, pero acabaron vendiéndolos a La Caixa en 1995.