Los sindicatos están dispuestos a aceptar la moderación salarial para superar la crisis, pero no la congelación de los salarios, según desveló ayer el secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien alertó de que la decisión del Gobierno de aumentar las retenciones salariales a causa de la reciente subida del Impuesto sobre la Renta (el IRPF) son una dificultad añadida en las negociaciones con la patronal, toda vez que este incremento impositivo ya ha supuesto un tajo a las nóminas, lo que hasta la semana pasada no estaba previsto ni había sido nunca anunciado por el Gobierno.

UGT y CC OO han planteado a CEOE y Cepyme que los salarios suban por debajo del IPC de manera excepcional durante 2012 y 2013, con cláusula compensatoria en 2014; que las empresas puedan convertir empleo a tiempo completo en empleo a tiempo parcial, pero de manera «reversible», y que los empresarios puedan descolgarse con más flexibilidad de lo pactado en convenio de sector.

Los sindicatos han propuesto además a las organizaciones empresariales la creación de un fondo de capitalización, subvencionado con el dinero que suele darse a las empresas en concepto de bonificaciones a la contratación, para que puedan pagar con él parte de las indemnizaciones por despido, pero siempre y cuando cumplan con determinados requisitos, como, por ejemplo, comprometerse con el empleo estable.

En cuanto a la posibilidad de convertir contratos temporales en contratos indefinidos de fomento del empleo estable (cuya indemnización por despido es de 33 días por año trabajado), la medida se aplicaría durante 2012 y 2013 y sin que el tiempo trabajado como temporal compute a efectos de la indemnización por despido.

La fórmula que proponen los sindicatos, a la vista de la dinámica del paro, es que los salarios crezcan por debajo de la inflación, es decir, lo mismo que ha hecho el Gobierno con las pensiones: a los pensionistas se les ha subido el 1%, pero, aún así, perderán capacidad adquisitiva en 2012 dado que previsiblemente la inflación crecerá más del 1%. A cambio de esta moderación y rebaja salarial en términos reales, los sindicatos exigirán compensaciones salariales cuando se salga de la crisis, dijo Méndez a la Ser.

Méndez ha sido, no obstante, cauto, y reclamó garantías al Gobierno, del PP, de que lo que pudieran pactar sindicatos y patronales en la negociación de esta nueva reforma laboral sea vinculante para el Ejecutivo. «Podríamos encontrarnos en la situación de llevar algo que creemos que es suficiente y que no lo sea», dijo el dirigente sindical, quien alertó además de que podría ocurrir que lo pactado no coincida tampoco con lo que exigen desde fuera de España al Gobierno de Rajoy. Méndez se quejó además de que Rajoy no haya tomado medidas para impulsar la economía.