Asturias lidera este año el crecimiento de la producción industrial, según datos conocidos ayer que parecen confirmar que se consolida la mejoría en el sector que, junto a los servicios, está en la vanguardia de la recuperación del crecimiento económico de la región. En cambio, los indicadores sobre la construcción y sobre el campo muestran en ambos casos que la actividad no despega e incluso va a menos. Las organizaciones que representan a esos sectores han reclamado estos días más inversión y ayuda del Principado en el contexto del debate sobre los Presupuestos Generales para 2016.

El índice de producción industrial que confecciona el Instituto Nacional de Estadística (INE) atribuye a Asturias un crecimiento acumulado de la actividad hasta octubre del 8,1%. Es el avance más vigoroso de España, seguido por los que registran la Comunidad Valenciana (5,7%) y Castilla-La Mancha (4,7%). El resultado está muy influido por la generación eléctrica, que crece este año a ritmos del 30% debido al intenso funcionamiento de las térmicas de carbón. No obstante, tanto el INE como la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) han apreciado también evoluciones positivas en las fabricaciones de bienes intermedios (siderurgia e industria química, entre ellas) y en las de bienes de capital (buques, maquinaria...).

Las estimaciones de Sadei son más modestas que las del INE (2,6% de crecimiento medio de la producción), si bien certifican también que la industria asturiana ha tenido un comportamiento favorable desde el mes de febrero. Las encuestas de Sadei muestran que el sector fabril aún tiene infrautilizado el 18% de su capacidad productiva, en parte por el insuficiente tirón de los pedidos nacionales. El último informe de coyuntura de la patronal FADE subraya el "buen comportamiento" de las exportaciones y el superávit comercial que presenta este año Asturias.

FADE también alude a que el consumo "se está viendo favorecido por la mayor capacidad de gasto derivada de de la mejora del mercado laboral y de las condiciones de financiación, la inflación negativa, los menores costes energéticos o la rebaja fiscal". Las ventas de los supermercados e hipermercados han encadenado cinco meses de incrementos, aunque inferiores a la media nacional. Otros indicadores de consumo (ventas de coches y de carburantes) también tienen un tono expansivo.

"La actividad de la construcción, sin embargo, sigue muy débil", advierte en otro momento el servicio de estudios de la patronal asturiana. Y los indicadores que informan de las perspectivas a corto plazo no son mejores: la licitación de obra pública en el período enero-septiembre cayó el 34% (más que la media nacional, del 27%), según datos reunidos por la patronal nacional Seopan. Y los visados para la edificación de viviendas bajan el 3,8%, según el Ministerio de Fomento. Otra estadística más depurada sugiere un incremento de las obras residenciales, aunque muy modesto, según la organización que representa a los constructores asturianos, CAC-Asprocon. Su líder, Serafín Abilio Martínez, alertó estos días sobre el riesgo de nuevas pérdidas de empleo y criticó el recorte de la inversión (de 328 a 302 millones) en el proyecto presupuestario del Principado.

Las organizaciones agrarias hicieron reproches semejantes durante su comparecencia en la Junta General del Principado. La información reunida por Sadei señala que, como la construcción, el campo asturiano tampoco despega. Las dos principales actividades y fuentes de renta flaquean: la carne y la leche. Los sacrificios de ganado han bajado casi el 29% hasta septiembre. La entregas de leche aumentan ligeramente (0,9%), pero el precio baja (-9% de media hasta octubre).